El estudio que compara los sistemas de salud de 110 países en el mundo no indica el método utilizado en su elaboración, las razones de escoger esas variables y no otras recomendadas por la OMS, ni tampoco referencias a las fuentes utilizadas. Investigadores como Óscar Picardo considera que hay que “tener cuidado” con este tipo de informes. En un verificado de finales de 2023 se evidenció con información de la OPS y estudios especializados que el sistema de salud salvadoreño estaba mejor que el de los vecinos y algunos países andinos aunque lejos de otros de referencia como el de Costa Rica.
Un estudio de la revista Ceoworld Magazine que evalúa los sistemas de salud de 110 países publicado el 2 de abril de 2024 fue retomado por varios medios de comunicación y cuentas de la red social X en El Salvador, recientemente.
En la clasificación de los países con el mejor sistema de salud 2024, El Salvador aparecía en el puesto 110, el último de la lista. En consecuencia, los mensajes se enfocaban en el pobre resultado en materia sanitaria.
Diario CoLatino destaca en su portada “El Salvador encabeza lista de países con el peor sistema de salud” en su edición del 30 de agosto. Un articulista de La Prensa Gráfica titulaba así: “El Salvador. El peor sistema de salud del mundo”. En X también tuvo un eco considerable el estudio gracias a cuentas con una cantidad considerable de seguidores como la de la economista Julia Evelin Martínez y El blog del rey (@ElTrompudo).
La revista Ceoworld elabora un Índice de asistencia sanitaria con un valor de cero a cien que surge de la medición de las siguientes variables: Infraestructura y profesionales médicos, disponibilidad y coste de los medicamentos, y preparación del gobierno.
La lista la encabeza Taiwán seguida de Corea del Sur y Australia. Costa Rica se ubica por encima de la mitad (47), Panamá por debajo (62), Chile, extrañamente, mucho más abajo (86), cerca de Guatemala (93). Los últimos tres lugares corresponden a Nepal, Honduras y El Salvador.
Más allá de la breve descripción inicial y el listado completo de los países con su calificación correspondiente, Voz Pública no halló información de la metodología del estudio, los criterios tomados en cuenta a la hora de seleccionar esas variables ni las fuentes utilizadas.
Para Daniela Salamanca, sicóloga e investigadora social, el estudio arrastra diversas fallas. “Se mencionan algunos factores que se han evaluado, pero no se profundiza en cómo se midió cada una de las variables. ¿Se hicieron encuestas?, ¿de qué tipo?, si fue un estudio mixto, un estudio revisado entre pares”, apunta la especialista, quien subraya la falta de referencias bibliográficas, es decir, de fuentes verificables que respalden los datos.
En esa línea se expresa Óscar Picardo, educador e investigador de la Universidad Francisco Gavidia (UFG). “Debería presentar una síntesis metodológica, lo que da rigor y cientificidad de cómo se recolectó (la información) y la manera en que los investigadores procedieron”, añade sobre un estudio al que ve con “limitado valor académico”.
“Nos estamos acostumbrando a consumir informes de diversa naturaleza sin prestarle atención a la ficha técnica y a la parte metodológica, y tenemos que tener cuidado”, reflexiona Picardo.
Este medio contactó por mail a la autora del trabajo, además de dos responsables de comunicaciones y relaciones públicas de la empresa en América Latina, para conocer sobre cómo se elaboró el trabajo y tener una respuesta a las interrogantes planteadas por los investigadores consultados. Ninguna respondió los mensajes.
En su web, Ceoworld Magazine se autodefine como una revista de negocios líder en el mundo dirigida a ejecutivos de alto nivel y líderes empresariales. Destaca por la elaboración de clasificaciones como las compañías más grandes del mundo, las mejores escuelas de negocios, los mejores hoteles y universidades en el mundo, entre otras.
Otra observación es que la publicación toma en cuenta a un poco más de la mitad de los países del mundo si se parte de los 193 estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En conclusión, el estudio de Ceoworld Magazine, retomado por medios de comunicación y cuentas de X, ofrece serias dudas desde el punto de vista académico al no indicar aspectos básicos sobre su elaboración. Por tanto, se incluye en la categoría de engañoso.
Voz Pública tomó como referencia las estadísticas más recientes sobre indicadores sanitarios disponibles en la web de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En concreto, se tomaron en cuenta una docena relacionados con mortalidad materna e infantil, vacunación, esperanza de vida, médicos por habitante, gasto público en salud, entre otros.
El Salvador registra una tasa de mortalidad infantil de 8.7 por cada 1,000 nacidos vivos en 2022, bastante menor al promedio centroamericano (13,6) y de la región de las Américas (9.5). En cuanto a la mortalidad materna, si bien la cifra se disparó en 2021 hasta las 62.9 por cada 100,000 nacidos vivos, todavía es menor a la tasa regional (79.7) y del continente (69.4). En camas por habitante, el país tiene 1.2 por cada 1,000 personas, una estadística en la que está mejor que el promedio regional (0.9), pero muy por debajo del continental (2.3).
En el carrusel se puede ver el indicador de cada país, de otros de la región centroamericana y el promedio de las Américas. En general, El Salvador se ubica arriba de los países vecinos, siempre por debajo de Costa Rica y, en algunos casos, también de Panamá. En varios de los indicadores se encuentra también por encima del promedio del continente.
Verificado anterior
Con una intención aparentemente política, el secretario jurídico de la Presidencia Conan Castro publicó a finales de 2023 un tuit sobre el mismo tema. “¿Cuál fue el legado que nos dejaron? Uno de los sistemas de salud más deficientes de toda América Latina…”. El funcionario se refería al sistema de salud recibido en 2019. La afirmación se verificó y se incluyó en la categoría de falsa.
Para ello se compararon varios de los principales indicadores de salud en el sitio de la OPS y se revisaron un par de estudios especializados en el tema con data entre 2017 y 2019.
En la región, El Salvador tenía indicadores de mortalidad materna e infantil, personal médico y camas por habitante, inversión por habitante, cobertura de vacunación arriba de los vecinos. Con el resto del continente, algunos también eran mejores que los países de la región andina, por ejemplo.
Uno de los trabajos utilizados en ese verificado “Estudio comparativo de los sistemas de salud en América Latina” de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) advierte de las dificultades que entraña comparar sistemas sanitarios dada la multitud de aristas que hay en cobertura, financiamiento, calidad y otros. El estudio compara 19 países de América Latina. Con datos disponibles hasta 2019, El Salvador está en el promedio de indicadores como camas hospitalarias y personal médico por habitante, algo abajo en inversión en salud per cápita y en los primeros puestos en la relación de gasto en salud como parte del gasto gubernamental. En cuanto a la cobertura de salud de los servicios esenciales se hallaba en la mitad, al mismo nivel de México y Argentina. En mortalidad materna e infantil estaba también por encima del promedio latinoamericano. Resultados que confirmaban que lo expresado por Conan Castro estaba alejado de la realidad.
Indicadores como los mencionados están entre los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el monitoreo de los sistemas de salud, según el estudio comparativo.