El especialista en derechos humanos considera que sería un error que la administración Biden dejase a un lado los temas de corrupción, las violaciones a los derechos humanos y la fractura del Estado de derecho en El Salvador si con eso puede lograr cooperación en materia migratoria.
El subdirector de Human Rights Watch (HRW), Juan Pappier, asegura que el Gobierno de Estados Unidos está enviando señales de un cambio de estrategia en su relación con El Salvador y, en consecuencia, ha disminuido la confrontación y la crítica hacia la gestión del presidente Nayib Bukele.
“Anteriormente, en el tiempo que estuvo Jean Manes, había una política, tanto por parte de ella como en la Casa Blanca y en el Departamento de Estado, de una estrategia más confrontacional, más pública de crítica al desmantelamiento del Estado de derecho y a las violaciones de derechos humanos”, dijo el lunes en la entrevista de Voz Pública, conducida por la periodista Wendy Monterrosa.
Según Pappier, una muestra de ese giro es la reunión que sostuvo el 7 de agosto el secretario de Estado, Antony J. Blinken, con la canciller de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, sobre temas como seguridad, economía y migración, entre otros.
“Ha habido mensajes anteriores. La lista Engel que se publicó este año no incluye a ningún funcionario de la administración Bukele, a diferencia de lo que había ocurrido en el pasado”, añadió el subdirector de HRW, división de las Américas.
En cualquier caso, para Pappier, lo más importante es que el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos en El Salvador sigan siendo una prioridad en la política exterior.
El especialista en derechos humanos incluye en la agenda de discusión la problemática migratoria que enfrenta el país norteamericano. “Sería errado que la administración Biden esté dispuesta a no mirar los temas de derechos humanos, corrupción, destrucción del Estado de derecho con la idea de que, a cambio de eso, puede lograr cooperación en migración. Lo cierto es que si hay violaciones de derechos humanos, si hay destrucción del Estado de derecho y corrupción, va a haber más migrantes llegando a los Estados Unidos”, afirmó.
El representante de HRW también se refirió a la crisis que genera el régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022, en materia de violaciones a derechos humanos. Asegura que el país podría estar en una situación mucho mejor si el presidente Bukele hubiera escuchado las denuncias de organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, y hubiera puesto a funcionar a instituciones como la Fiscalía General de la República.
“Hoy no hay separación de poderes en el país. Todo el poder lo concentra una persona, que es el presidente, y eso le ha permitido impulsar esta política abusiva de seguridad durante el régimen de excepción, y le ha permitido también buscar la reelección a pesar de que la Constitución salvadoreña lo prohíbe de forma muy clara”, sentenció Pappier.
HRW es una organización no gubernamental que se dedica a defensa y promoción de los derechos humanos en el mundo.