Uno de cada cuatro usuarios del hospital Rosales no recibe sus medicamentos

por Gerardo Rivera/Kattia Merlos
Una muestra de las encuestas realizadas en tres hospitales de adultos del área metropolitana.

Metformina para la diabetes, tobramicina para la infección en los ojos, warfarina para el corazón y omeprazol para el malestar estomacal. Estos son parte del listado de medicamentos que los usuarios de los hospitales Rosales, San Rafael y Zacamil no recibieron los días 30 y 31 de mayo, de acuerdo con las entrevistas que Voz Pública realizó a 99 pacientes. Un día después, el 1 de junio, el ministro Alabí afirmó que todos los hospitales estaban abastecidos al 100%. La falta de insumos médicos agrava la salud de los usuarios, en especial aquellos con enfermedades crónicas, cuando no las pueden comprar. Para los que sí pueden, supone un impacto al bolsillo en estos tiempos de crisis.

Con motivo del tercer año de gobierno del presidente Nayib Bukele, el ministro de Salud, Francisco Alabí, enumeró los principales logros de su gestión en conferencia de prensa. “Se tiene también el abastecimiento del 100% de medicamentos a lo largo de la red nacional de hospitales”, indicó el miércoles 1 de junio. 

En los dos últimos días de mayo, previo a esas declaraciones, Voz Pública realizó un sondeo para medir el grado de satisfacción de los usuarios con la entrega de medicamentos en los tres hospitales principales de adultos del Área Metropolitana San Salvador. El lunes 30 de mayo se encuestaron a 50 usuarios a las afueras del hospital Rosales. Al día siguiente se hizo lo propio con 25 usuarios del hospital Zacamil y 24 del hospital San Rafael en Santa Tecla.

El ministro de Salud, Francisco Alabí, habló de una cobertura total de medicamentos el pasado 1 de junio.
Medicamentos que los pacientes no recibieron
en los tres hospitales visitados.

José Amaya, de 73 años, viajó desde Morazán en bus ese lunes. Es diabético y para controlar el nivel de azúcar en la sangre le indicaron metformina en el hospital Rosales. Esa mañana se regresó a su casa con las manos vacías. Rosa Merino, una paciente de 43 años con insuficiencia renal, tuvo un poco más de suerte. Vive en Ilobasco, Cabañas, y ese día llegó temprano al mismo hospital. En la farmacia le dieron insulina e irbesatán, pero le dejaron pendiente el calcio.

Los casos de José y Rosa ponen en entredicho la veracidad del discurso pronunciado por el ministro Alabí. De hecho, en el Rosales, el hospital de adultos más importante del país, solo el 50% de los encuestados (25) dijo haber recibido todos los medicamentos. Un 18% (9) respondió que no le entregaron ninguno y otro 8% (4) contestó que no recibió al menos un medicamento. A todos ellos, la respuesta que les dieron en la farmacia es que no había. Los 12 usuarios restantes no respondieron esa parte de la encuesta.

Para hacerse una idea del volumen de pacientes en el Rosales, en el informe de labores de ese hospital de 2021 se registran 191,905 atenciones en consulta externa, un promedio de 525 diarias. En proporción, Voz Pública entrevistó a uno de cada diez usuarios el penúltimo día de mayo.

En general, de los 99 usuarios consultados en los tres hospitales, a 23 no les entregaron todos o algún medicamento indicado para su enfermedad lo que representa el 23% del total. Por centros, en el Rosales, esa relación alcanza el 26% en tanto que en el Zacamil es del 33% (18 recibieron frente a seis que no) y en el San Rafael, del 22% (18 recibieron sus medicinas y cuatro no).

A los usuarios se les preguntó también si en ocasiones anteriores habían recibido los medicamentos indicados a lo que solo el 60% respondió que sí. Un 20% dijo que nunca le entregaban sus medicinas y el 20% restante que solo a veces se las daban.

Consecuencias
Para Milton Brizuela, expresidente del Colegio Médico, la situación se complica cuando el medicamento le falta a un paciente con una enfermedad crónica. “Si nosotros no le brindamos el medicamento y él no tiene la capacidad de comprarlo, estas personas pueden terminar graves, necesitando hospitalizaciones y gastando una enorme cantidad de recursos del sistema. Eso nos sale más caro que lo que se gastaría solo con el medicamento”, explica el galeno. 

Moisés García, coordinador de la mesa sectorial de medicamentos del Foro Nacional de Salud, pone el énfasis en el impacto al bolsillo de los pacientes. “Cuando no tienen un medicamento, muchas personas, si tienen alguna posibilidad, algún ahorro o alguien quien les preste, buscan cómo adquirirlo. Pero eso implica un costo, un gasto del bolsillo que genera algún efecto. Es probable que lo que la gente tenía para comida lo gaste en medicamentos”, asegura García. 

Ocultan información
El 30 de noviembre de 2020, el Ministerio de Salud restringió el acceso a la información relativa al abastecimiento de medicinas en la red pública por un periodo de siete años. Así aparece en el índice de información reservada de esa institución, en la categoría de sistemas informáticos.

Al no ser públicos esos datos resulta más difícil creer el discurso oficial de que los hospitales están surtidos de medicinas. Al menos así lo considera Carlos Palomo, presidente de la Asociación Transparencia, Contraloría Social y Datos Abiertos (Tracoda), quien asegura que detrás de esa afirmación hay mucha fe y pocas pruebas. “La evidencia empírica no respalda precisamente esa afirmación de que estamos completamente abastecidos. Es difícil dar porcentajes si no tenemos datos. Y la reserva de información no ayuda a que podamos desmentir o validar esa afirmación”, argumenta.

Palomo propone un ejercicio sencillo para conocer la verdad. “Hagan la prueba preguntándole a algún familiar que haga usos de los servicios del Ministerio de Salud y estoy seguro que más de alguno les va a responder que no ha podido recibir determinado medicamento o alguna operación para algún tratamiento”.

Anuncio del ministro de Salud, con fecha de julio de 2020

El primer año de la gestión del presidente Bukele fue el último en que el Ministerio de Salud publicó la inversión destinada a la compra de medicinas. La memoria de labores correspondiente al periodo junio de 2019 a mayo de 2020 indica un gasto de 58 millones de dólares en ese rubro. En cuanto al abastecimiento en la red hospitalaria, el ministro de salud, Francisco Alabí, afirmó que era del 100% con motivo de su informe del primer año de gobierno. En síntesis, una cobertura completa de medicinas en la red hospitalaria supuso esa inversión al Ministerio de Salud.

Las palabras del ministro son poco creíbles si se compara lo erogado en ese rubro y la cobertura alcanzada en años anteriores, una información que sí es pública. En 2010, por ejemplo, con una inversión similar (57 millones de dólares), el abastecimiento promedio de los 30 hospitales nacionales fue del 85%. Si se toma en cuenta que la inflación en el sector medicamentos en esos diez años, la inversión real fue menor en 2020 que en 2010. Por lo tanto, el discurso oficial de que los hospitales cuentan con todas las medicinas invirtiendo menos que hace 10 años resulta difícil de creer. 

Inversión en medicamentos según informe de labores 2013-14 del Minsal (pág. 42).
Cobertura promedio de medicamentos en red nacional de salud. (pág. 110)

García considera que la cobertura total con esa inversión no es posible. “Para cubrir todo el año, debería incrementar el presupuesto, pero eso no ha ocurrido en la cantidad que se requiere”, explica.

Aparte de invertir más dinero, el representante del Foro Nacional de Salud indica que hay que eliminar las prácticas corruptas que existen en las compras y mejorar los procesos de adquisición.

Palomo insiste en que sin la información pública y una correcta administración es imposible que el Gobierno pueda resolver los problemas de la población. «Esto nos debería llevar a reflexionar si es el tipo de gestión que queremos y si es el tipo de gestión que nos conviene», sentencia.

Otras consultas realizadas en el sondeo a los usuarios

Aparte de si recibían o no los medicamentos, a las personas se les consultó también el tiempo que esperaban para recibirlos y la calidad de atención que recibían. En general, la población evalúa de manera positiva la atención en los tres hospitales donde fueron encuestados. No parece que influye que tengan que esperar dos horas o más para recibir las medicinas o que una parte importante se vaya con las manos vacías como aparece en el sondeo.

– Para la elaboración de la encuesta se contó con el apoyo y asesoría de Isabel Quintanilla, coordinadora del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia, y Andrea Cristancho, jefa del Departamento de Comunicaciones y Cultura de la Universidad Centroamericana José Simeon Cañas.

– Documentos consultados
https://www.salud.gob.sv/logros-y-memorias/
(Gráficas corresponden al Informe de labores 2013-2014)

En la realización de sondeo en los hospitales colaboraron Ximena Carpio, Ricardo Menéndez, Samuel Carranza y Jonathan Sánchez.

Formato de la encuesta realizada en el sondeo en los hospitales del área metropolitana.

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