Hacer periodismo en un contexto autoritario

por Voz Pública

Hoy se cumplen dos años de la primera publicación de Voz Pública. No se nos ocurre una mejor manera de iniciar este artículo que agradecer a todos los que nos siguen y confían en nuestro trabajo. A los que aplauden y a los que critican y señalan nuestros errores de manera constructiva. Créannos que trabajar en medio de la deriva autoritaria en la que está sumido el país no es fácil. Para nadie.

Mucho ha llovido desde aquel 17 de febrero de 2021 cuando bajo el título No hay cosecha récord de granos básicos desmentimos las palabras de Pablo Anliker, el primero de la serie de ministros al frente de la cartera de Agricultura. Nos estrenábamos con ese primer ejercicio de verificación de información generada por un gobierno donde la desinformación es un engranaje más de su eficiente política de propaganda.

La primera publicación de Voz Pública hizo énfasis en el mensaje engañoso del exministro Anliker.

Hacer periodismo en este contexto no ha sido tarea sencilla para ningún medio de comunicación ni periodista independiente. A los altibajos propios de un medio digital nuevo se han sumado el bloqueo casi sistemático de la información pública y la negativa de los funcionarios a hablar de lo que no les interesa. Tampoco han faltado ataques y difamaciones en este tiempo por hacer nuestro trabajo, que no es otro que el de informar. 

Aún con todo eso, y con miedo por momentos, en este tiempo hemos tratado de responder a las preguntas que nos hacíamos como equipo. ¿Qué pasa con el nuevo Rosales? ¿Cómo se explica tanto atraso? ¿Por qué una pequeña pensión de 50 dólares para adultos mayores pobres se paga ocho meses y hasta un año tarde? ¿Por qué se quiere ocultar la migración en la gestión que más salvadoreños ha expulsado de su país? Lógicamente no siempre hallábamos las respuestas, pero transitar en esa búsqueda terminaba en reportajes, pódcast y videos que creemos que aportaron claridad a esos interrogantes sencillos e irritantes a la vez para el oficialismo.

El asunto del nuevo hospital Rosales ha sido un tema recurrente para nosotros. No es un tema ni una elección baladí. Es el hospital más importante, el que está en peor estado y al que llegan los más necesitados. El proyecto estaba llamado a ser la obra de inversión más importante del gobierno actual. En nuestra primera publicación, allá por julio de 2021, informábamos que solo el primer edificio podría concluirse a finales de esta gestión. Hoy es necesario cambiar el verbo “concluir” por “iniciar” para que el enunciado del gobierno siga siendo cierto.

En estos años nos sentamos junto a esos adultos mayores que reclaman su pensión en voz baja, tratamos de entender el fenómeno migratorio a la luz del cambio climático y los problemas en el agro, nos acercamos al drama de los desaparecidos escuchando a esas madres que siguen preguntando por sus hijos tres, cuatro y hasta diez años después. Como madres son, en general, las que hoy reclaman por sus hijos y familiares detenidos en el marco del régimen de excepción. 

El Salvador no ha recibido financiamiento del BCIE
para el plan control territorial.

Creemos en el periodismo colaborativo y es así como, con la Revista Factum, publicamos que el plan control territorial, la principal estrategia de seguridad del gobierno, no ha recibido un centavo de los dos préstamos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobados años atrás. Sí, aquellos empréstitos, uno de los cuales sirvió de excusa al presidente Bukele para irrumpir en la Asamblea Legislativa rodeado de militares. 

En este tiempo nos atrevimos con el pódcast. Con micrófono en mano analizamos las consecuencias del golpe al sistema de justicia dado el 1 mayo de 2021 y otros episodios no menos dolorosos para nuestra democracia como el aval a la reelección presidencial inmediata prohibida en la Constitución. Por supuesto, en formato audio también se puso de relieve la importancia del periodismo crítico en estos tiempos tan opacos, así como las violaciones sistemáticas a los derechos humanos en el estado de excepción.

En Voz Pública estamos convencidos de que la sociedad necesita el periodismo más que nunca. Entre otras razones porque el régimen se deshizo de todos los contrapesos que hay en una democracia. Comenzamos este tercer año con la convicción y el compromiso de hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible. 

Gracias a todos y todas por estos dos años.

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