La Asamblea Legislativa aprobó recientemente una ley para eliminar el arancel a la importación de 120 productos y aliviar así el bolsillo de la población, según diputados del oficialismo. La normativa, que se presentó como la punta de lanza de la fase 1 del plan económico del gobierno de Nayib Bukele, esconde engaños y falsedades como verás a continuación.
En primer lugar, la ley es una continuación de otra aprobada dos años antes, en marzo de 2022, que promovía lo mismo con los alimentos de la canasta básica, insumos agrícolas y alimentos para animales. Con diversas reformas, la normativa llegó a incluir hasta 84 productos. En marzo pasado, se prorrogó dos años más, hasta 2026.
Por tanto, cuando la ley entró en vigor el 17 de julio, la mayoría de esos bienes estaba amparado en la normativa anterior. No había novedad por ese lado aunque se hiciese creer lo contrario.
Más grave aún si cabe es que se incluían alimentos tan comunes como la papa, el güisquil y el tomate a pesar de entrar al país libres de ese arancel. Los tres se importan en su totalidad de Honduras, Guatemala y Estados Unidos, países con lo que El Salvador tiene acuerdos de libre comercio.
En la nueva ley se incluyen 36 productos restantes. Voz Pública verificó uno por uno y halló que 25 de ellos ya entraban libres del arancel a la importación por el motivo ya citado. En realidad, una buena parte de los 84 bienes mencionados antes no pagaba arancel antes de 2022.
Este medio trabajó con la información del Banco Central de Reserva y la Dirección General de Aduanas, así como de los tratados de libre comercio con cada país.
Una aclaración: la Asamblea aprueba la eliminación de códigos, cada uno corresponde a un producto, pero no necesariamente a un alimento. Cada tipo de cebolla -roja, amarilla, blanca y el resto- es un código. Así, para esta verdura se aprobaron cuatro códigos de los 120. En el caso del pollo son más de diez en función de si viene troceado o no, y qué partes del animal se importan (muslos, pechugas, alas, piernas…).
De los 120 productos sin aranceles en la ley, solo 36 son nuevos
Salsa kétchup, pepinesa, sopas instantáneas, té verde, pan tostado y sardinas son parte de la lista de 36 nuevos productos que entran al país sin el pago de aranceles, de acuerdo con la Ley especial para promover competitividad y facilitar acceso a productos de la canasta básica ampliada, en vigor desde el 17 de julio.
La normativa indica que se elimina el pago del impuesto Derecho arancelario a la importación (DAI) durante diez años para 120 productos, que incluyen alimentos para personas, animales e insumos agrícolas. La razón que se esgrime desde el oficialismo se puede sintetizar en que “los salvadoreños adquieran productos a precios más justos”. ,
Como se indica en el título, de la cantidad de productos anunciados, solo 36 de ellos se consideran nuevos. El resto estaba incluido en una normativa en vigor, creada dos años antes con ese mismo fin.
El 13 de marzo de 2022, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley especial transitoria de combate a la inflación de precios de productos básicos, gracias a la cual se le quitó el arancel a 49 productos. En sucesivas reformas en ese año y el siguiente se fueron incluyendo más hasta alcanzar los 84. Entre los alimentos libres de arancel se encontraban los de la canasta básica: leche, papas, harinas, carne de res, huevos de gallina, entre otros. En esa ley también estaban incluidos los abonos y fertilizantes, y la comida para animales, exactamente los mismos códigos que los aprobados hace dos semanas. En marzo de 2024, la Asamblea prorrogó la ley para estos 84 productos dos años más.
Por tanto, lo que el gobierno anunció como una de las primeras medidas económicas, la eliminación del arancel a 120 productos, en realidad, eran 36. El resto estaban amparados en otra ley hasta marzo de 2026. Con la ley aprobada, la otra quedó derogada.
De los 36 nuevos, 25 productos ya entraban sin pagar aranceles
Cuando los diputados del oficialismo alegaban en el Congreso que la eliminación de los aranceles tendría un efecto positivo en el bolsillo de los salvadoreños, decían una verdad a medias.
De los 36 productos nuevos aprobados, 25 ya entraban libres de ese impuesto antes de la aprobación del decreto gracias a los tratados de libre comercio de El Salvador con los países de origen. Muchos de los productos que se importan de los países centroamericanos, Estados Unidos, México, Chile o Colombia llevan años sin pagar ese arancel.
Para llegar a esa conclusión, Voz Pública buscó cada producto (cada uno tiene un código asignado) en la base de datos BCR referente al Comercio Internacional de Mercancías para saber de qué países se importan. Si pagan o no el DAI y en qué porcentaje se verificó en el sitio de consulta Arancel electrónico de la Dirección General de Aduanas.
La lechuga, zanahoria y fresa son algunos de los alimentos incluidos en la lista de los 36. Los tres se importan en su totalidad de Guatemala y, por tanto, ya no pagaban arancel antes del decreto.
En el caso de la conocida salsa kétchup se compra a cuatro países con acuerdos de libre comercio. Este es el pastel del comercio que tiene cada uno: Estados Unidos (41%), Guatemala (32%), Costa Rica (23%) y Honduras (4%). En 2023 se importaron cerca de 11,400 toneladas por más de $19.1 millones. Sin arancel.
Si a los 25 se suman los 84 productos que ya entraban libres de aranceles desde la ley de 2022 y que se prorrogó en marzo pasado hasta 2026, en realidad, se puede afirmar que 109 de los 120 bienes aprobados ya ingresaban prácticamente libres al país antes de la aprobación de la ley de mediados de julio.
En general, los países aplican algún tipo de arancel a productos del exterior para proteger la producción nacional. Según el tipo de mercancías, va desde un 5% del valor hasta un máximo del 40%, según Aduanas.

De 12 productos no se importa ni “un centavo partido por la mitad”
Entre los 120 productos aprobados en la ley, los diputados tuvieron a bien incluir 12 que El Salvador lleva al menos año y medio sin importar nada. Así como lo lees.
Al verificar en la web del BCR cada uno de estos productos se encontró que no hubo transacciones en 2023 y los cinco primeros meses de 2024. Entre ellos hay derivados de carne de res, pollo y cerdo, un tipo de grano de arroz blanco y una variante de fertilizante.
Un año antes, en 2022, hay registro de importación de dos de los 12 productos: uno identificado como “carne de cerdo las demás” con el código arancelario 0203.19.00.00 y otro “carne de pollo en pasta deshuesado mecánicamente” con el código 0207.13.10.00.
Del primero se importaron 1,825 kilogramos del mercado estadounidense por un monto de $22,159. Del otro producto, la cantidad traída del exterior es mínima: 1.32 kilogramos valorados en $65.70 importados de España. Desde 2018 a mayo pasado, eso es lo único que se ha importado con ese código arancelario.
Casi todos los alimentos de la canasta básica no pagaban arancel antes de 2022
El Gobierno asegura que, desde marzo de 2022, viene eliminando el arancel a la importación de alimentos de la canasta básica alimentaria para reducir los precios. No es cierto pues ese impuesto no aplica para la mayoría de esos productos.
En concreto, 18 de los 22 alimentos que componen la canasta básica alimentaria no pagaron impuesto a la importación en 2023 ni en 2022 ni en años anteriores. La razón es que El Salvador tiene acuerdos de libre comercio como los países de origen: la región centroamericana, Estados Unidos y México, por citar los principales. De los cuatro restantes, salvo el arroz que pagó aranceles en más de la mitad del producto importado, los otros tres -harina de trigo, naranja y frijol- solo cancelaron por entre el 10 y 20% de lo importado.
En 2023, El Salvador compró al exterior un poco más de un millón de toneladas de este grupo de alimentos por $682.3 millones. De ese monto, $642 millones, el 94%, provino de compras a los países de la región, Estados Unidos y México, países con lo que hay acuerdos desde hace tiempo para el libre comercio de mercancías.

Gracias al Tratado General de Integración Económica Centroamericano de 1993, la mayoría del comercio en la región está libre de aranceles. En el artículo II del mismo se lee: (…) En consecuencia, los productos naturales de los países contratantes y los productos manufacturados en ellos, quedarán exentos del pago de derechos de importación y de exportación…”. En el anexo se indican las excepciones entre países y ninguna alude a los alimentos de la canasta.
Recientemente, el Gobierno de Guatemala recordó esa disposición al salvadoreño mediante un comunicado. En el cierre se puede leer: “En Centroamérica ya hay libre comercio para los productos de la canasta básica y se comercializan sin arancel”. .
Por el Tratado del DR-CAFTA, firmado en 2004, entran sin arancel estos productos desde los Estados Unidos.
Productos como el repollo y el güisquil provienen de Guatemala en su totalidad. Del país vecino, también llega el 93% del chile, el 91% de la papa y la mitad del tomate, cebolla, guineos y plátanos, por citar algunos. De Honduras, en cambio, llega la otra mitad del tomate, la mitad de las naranjas y casi las dos terceras partes de la importación de harinas de trigo y maíz. De Nicaragua, el país con más comercio de la región en términos monetarios, entra el 80% del frijol, otro tanto de la carne de res y la otra mitad de los plátanos. Desde Costa Rica se importa un producto en especial, la leche fluida, que representa el 65%. El resto de la leche viene a partes iguales de Honduras y Nicaragua.
Fuera de la región, el principal socio comercial es Estados Unidos. A él se le compra el 100% del maíz blanco y de la carne de cerdo, así como la mitad de la carne de pollo. La otra mitad viene, como no, desde Guatemala, el país del que hay más dependencia de productos alimentarios.
Entonces, ¿a qué productos se gravan los aranceles a la importación? A cuatro alimentos que representan compras por unos $40 millones, principalmente de arroz y en menor medida harina de trigo, frijol y narajas.
En el caso del arroz hay que recordar que es el grano básico que menos produce el país y del que más dependencia se tiene del exterior. El 57% de lo que se importó de ese producto proviene de Brasil y en menor medida de China y Paraguay. En total, se compró grano por un poco más de $31 millones.
Además, de Etiopía se importaron un poco más de 4,000 toneladas de frijol, casi todo rojo de seda, por $4.5 millones. El arancel oscila entre el 20 y 30% del valor, según el tipo. No obstante, esa cantidad apenas representó el 8.7% del frijol importado. Otro porcentaje similar se importó de harina de trigo a la República Popular de China, y de naranjas a Chile y España.
En resumen, el 96% del comercio de alimentos se realizó con países que no pagaron arancel alguno gracias a los tratados comerciales existentes.
El Salvador, cada vez más dependiente de los alimentos
De lo que no se escuchó nada en la Asamblea con motivo de la discusión y aprobación de la ley de eliminación de aranceles, fue de la situación de la agricultura nacional. Las estadísticas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) muestran caídas importantes en la producción de granos básicos en los primeros cuatro años del gobierno del presidente Nayib Bukele. Además de las malas noticias en las cosechas de maíz, frijol, arroz y sorgo, la producción de hortalizas y frutas muestra una sensible caída en los últimos datos publicados que corresponden al ciclo agrícola 2022-23.
La producción promedio anual de los granos mencionados fue de 22.37 millones de quintales en el primer periodo de Bukele. Se trata de un 3.9% menos que en el quinquenio de Sánchez Céren, cuando alcanzó los 23.27 millones de quintales anuales.
Con una producción de 21.8 millones de quintales, la cosecha del ciclo agrícola 2022-23, la última publicada, fue la peor del periodo pasado. En el caso del arroz, fue la más baja de los últimos 20 años. En el caso del frijol, la menor en 11 años.
En el caso de las hortalizas, la producción también cayó en el ciclo mencionado, de acuerdo con los informes anuales que el MAG publica. En el ciclo 2022-23, superó los 6.2 millones de quintales en 18,829 manzanas de superficie sembrada. La cosecha fue 1.5 millones inferior al periodo 2018-19 y la superficie también se redujo en unas 2,500 manzanas.
Cada informe anual incluye 18 hortalizas como ayote, chile verde, güisquil, pepino, ejote, repollo, entre otras.
Con respecto a la fruta, la situación es similar. La producción en el último ciclo alcanzó los 7.8 millones de quintales, unos 400,000 quintales que en el previo a la llegada de Bukele al gobierno. En cuanto a superficie sembrada, hay también una disminución de más de 2,000 manzanas.
Economistas consultados dudan de la eficacia de las medidas y su impacto en el bolsillo de la población. César Villalona recordó que a una parte de las hortalizas se les quitó el arancel en 2022 y no tuvo ningún impacto. “Ahí están todas las hortalizas caras porque no tiene nada que ver con el arancel, o sea, no está entrando el tomate caro de Guatemala porque hay arancel (…) El problema son los costos internacionales, los costos del transporte, los costos de los insumos, que han subido en el mundo”.
Por su parte, Roberto Góchez, docente del Departamento de Economía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), ve un pequeño efecto de la medida a corto plazo. “Hay muchos países que pueden tener cero aranceles en esos bienes, como Centroamérica y con los que tenés TLC. En general, tienen calendarios que van a llevarlos a 0% y varios ya tienen 0% de arancel. En ese sentido, diría que es limitada la medida”.
El experto en comercio exterior advirtió de los efectos de estas medidas en la producción local. “La liberalización no atiende a (sectores como) los alimentos y podría hacernos más vulnerables ante todos”, mencionó en referencia a la falta de políticas para potenciar el sector agropecuario.