El proyecto de modernización del hospital Rosales pasó de contar con 80 millones de dólares en 2020 a los actuales 72.6 millones. En octubre de ese año, en una comisión legislativa, el ministro de Salud reconoció que se reorientaron fondos provenientes del préstamo del BID. Voz Pública confirmó que 13.3 millones de ese préstamo se desviaron al Hospital El Salvador, lo que explica la reducción en el presupuesto de la obra del centenario centro sanitario.
El Ministerio de Salud reorientó 13.3 millones de dólares provenientes del préstamo de 170 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al Hospital El Salvador en 2020, según la Oficina de Información y Respuesta (OIR) de esa institución. En el documento se indica que 10.6 millones se utilizaron para la compra de equipo hospitalario y los 2.7 restantes en la adquisición de insumos para fortalecer la atención de pacientes con covid-19 en el país.
En octubre pasado, en una comisión especial de la Asamblea, el ministro de Salud, Francisco Alabí, reconoció un traslado de fondos (habló de un poco más de 17 millones) del préstamo a una partida de atención a la covid-19. No dio más detalles. Un cambio en el destino de los fondos, por cierto, que no tuvo el aval de los legisladores.
“Lo que supimos, que fue planteado por el mismo ministro en la comisión que se conformó para investigar el uso de los fondos en la pandemia, es que se habían reorientado 17 millones y que el BID estaba en conocimiento”, comenta la diputada del FMLN, Anabel Belloso.
En el documento de la OIR se indica que los fondos salieron del componente del préstamo de atención primaria (6 millones) y de la partida de infraestructura hospitalaria (7.3 millones).
El proyecto del nuevo hospital Rosales se ejecuta con un presupuesto de 72.6 millones para el diseño, construcción, equipamiento y refuerzo de recursos humanos. En otra resolución de la OIR de septiembre de 2020, antes de que el ministro de Salud rindiese el informe en la Asamblea, ese financiamiento era de poco más de 80 millones.
El proyecto en cuestión consiste en la construcción de tres torres médicas que se levantarán en el antiguo terreno del hospital de Maternidad, en el espacio que ocupa el laboratorio Max Bloch y en el actual edificio de especialidades.
La obra que está más avanzada corresponde al edificio de consulta externa y hospital de día. A dos años del gobierno actual y tres de la aprobación del préstamo del BID, el Ministerio de Salud aún no ha elegido a la empresa responsable del diseño y la construcción. La finalización de esta torre, si se cumplen los plazos previstos, no será antes de marzo de 2024.
Con ese préstamo, ratificado por la Asamblea Legislativa en junio de 2018, se financia el Proyecto Integrado de Salud 2, conocido como PRIDES II. Además del Rosales, el préstamo financia la construcción de un nuevo hospital en el municipio de Nejapa, en la zona norte de San Salvador, otros centros de salud del primer nivel de atención, así como equipos médicos y la contratación de personal sanitario.
A mayo, el Ministerio de Salud ha recibido 24.8 millones en concepto de desembolsos, el 14.6% del monto total del préstamo, incluidos los fondos reorientados al Hospital El Salvador. Del resto, en el desglose se observa que los fondos destinados a varias obras de infraestructura aún no se han ejecutado y una parte se ha destinado al pago de salarios del nuevo personal contratado.