El gobierno reaccionó al “impacto mínimo” de la tormenta Sara a finales de 2024 con el anuncio de la entrega de un bono a 3,000 agricultores con daños en las cosechas. En Voz Pública se verificó si se otorgó esa ayuda y si estaba acorde con las afectaciones. En la consulta a 20 líderes de 50 cooperativas que alcanzan a un poco más de 10,000 afectados por las lluvias, un total de 111, la décima parte, recibió la ayuda anunciada. La gremial Campo registró 46,500 productores con pérdidas en el maíz y frijol, un golpe que redujo en de más de 10% la cosecha nacional esperada de esos granos básicos.
A raíz de los daños ocasionados en el sector agrícola por la tormenta tropical Sara, el presidente de la república, Nayib Bukele, anunció la entrega de un bono de $300, canjeable por insumos en agroservicios autorizados, en noviembre de 2024. En un primer mensaje en X, el 17 de ese mes, mencionó ayudas para un millar de agricultores beneficiados; cuatro días después las amplió a 3,000, además de paquetes alimentarios para 75,000 familias. “Gracias a Dios, la tormenta tropical Sara ha tenido un impacto mínimo en nuestro país. Sin embargo, algunos pequeños agricultores han perdido sus cosechas, y los trabajadores de estas también enfrentarán la pérdida de jornadas laborales”, añadió el mandatario.
Voz Pública chequea las promesas de los políticos para medir su grado de cumplimiento. A poco más de dos meses y medio del anuncio, se verificaron dos afirmaciones: una, si se entregaron los bonos anunciados y, la otra, el impacto de la tormenta en las cosechas.
Para este trabajo, se entrevistaron a 20 líderes agropecuarios que representan a un poco más de 10,000 agricultores, se revisaron las redes sociales de X y Facebook del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Mag) y del viceministro Óscar Domínguez, además de informes sobre el impacto de Sara y consultas a un par de gremiales agrícolas.
Con la información recolectada, la entrega de los bonos se ubica en la categoría de “insostenible”. En este estatus se incluyen aquellas afirmaciones o declaraciones que provienen de investigaciones con poco sustento o que presentan errores metodológicos. La ayuda anunciada no se corresponde con las afectaciones ni tampoco se puede asegurar que los bonos se entregaron en su totalidad. La segunda, la que menciona el “impacto mínimo” de la tormenta en el agro, se cataloga como “falsa”. Las afectaciones afectaron a más del 10% de la cosecha nacional de los principales granos básicos.
Insostenible
“… el último censo reveló que hay más familias de pequeños agricultores afectados, debido a que el exceso de lluvia dañó sus cosechas. Por ello, he ordenado triplicar la cantidad de agricultores beneficiarios del bono”. ($300 a 3,000 agricultores afectados)
Ni el Mag ni el viceministro del ramo han brindado un informe de la entrega de la ayuda a los productores en sus redes sociales de X y Facebook. Los últimos mensajes publicados del 22 y 23 de noviembre, después del impacto de la tormenta, dicen que se evaluaban los daños y que se empezaba a entregar la ayuda, sin dar detalle. Se consultó al área de comunicaciones de la institución, pero no atendió la solicitud.
Este medio entrevistó a 20 líderes de 50 organizaciones, entre cooperativas y asociaciones, que representan a 5,102 agricultores de 11 departamentos. Diecisiete de ellos confirmaron que llegó personal del Mag u otras instituciones vinculadas a hacer evaluaciones de daños. Los otros tres aseguraron que ningún funcionario les visitó. Casi todos cultivaban maíz y frijol. Más de la mitad, también sorgo y hortalizas y, en menor medida, café y ajonjolí.
De estos, 4,822, el 95% del total, tuvieron afectaciones por las lluvias, en su mayoría maíz, frijol y sorgo. Estos líderes agropecuarios informaron de otros 5,293 campesinos no afiliados de comunidades cercanas que también se vieron afectados. En total, de 10,115 solo a 111, el 1.1% de los afectados, le entregaron el bono de $300. La baja cantidad de beneficiados en un universo tan amplio siembra dudas de la entrega del beneficio a los 3,000 anunciados.
Un informe de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo) cifra en 33,150 los agricultores con afectaciones en maíz y otros 13,370 en el frijol. De ser así, las autoridades escogieron para dar la ayuda a menos de una décima parte de los afectados por las lluvias de Sara.
Además, cuando el presidente anunció el dato de 3,000 beneficiados el 21 de noviembre, había zonas del país que aún no habían sido evaluadas. Según el Ministerio del Medio Ambiente, la tormenta afectó entre el viernes 15 y el martes 19 de noviembre.
De los 20 líderes agrícolas, nueve recuerdan la fecha en que llegaron a hacer las evaluaciones. Tres respondieron que lo hicieron antes del anuncio, esto es, durante la tormenta y hasta el 21. En otros, personal del Mag o Centa llegaron entre tres y cinco días después de que terminasen las lluvias. En un caso más, el representante de la cooperativa agropecuaria Tercer Milenium de R.L. en Tacuba, Ahuachapán, dijo que llegaron la segunda semana de diciembre. Está integrada por 125 agricultores y tuvieron daños en el 80% del frijol y el 50% del maíz. Al 22 de enero no les habían dado un solo bono, solo 98 paquetes alimentarios a otras tantas familias.
Siempre en Ahuachapán, en Guaymango, la cooperativa Los Reymundos agrupa a 180 agricultores. De esos, 160 tuvieron daños en el 60% del maíz y maicillo, y el 100% del frijol. Tampoco les entregaron el bono agrícola. En cambio, el 12 de diciembre les dieron paquetes de alimentos.
En La Libertad, uno de las zonas con más pérdidas de granos básicos, las tres cooperativas consultadas representan a 335 agricultores, de los que 270 sufrieron daños en los cultivos. Seis mujeres recibieron el bono, pero ninguna familia alimentos.
Adalberto Blanco, de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, menciona que el bono agrícola fue más un impacto mediático: “(…) Básicamente es un ejercicio publicitario, no va a la raíz del problema estructural, que es la falta de apoyo para la agricultura nacional, de políticas públicas, de un plan verdadero de apoyo y rescate a la agricultura”, agregó.
Falsa
«La tormenta ha tenido un impacto mínimo en nuestro país (…). Algunos pequeños agricultores han perdido sus cosechas (…)»(17 de noviembre de 2024)
«Sin embargo, el último censo reveló que hay más familias de pequeños agricultores afectados, debido a que el exceso de lluvia dañó sus cosechas (…)» (21 de noviembre)
Ambos mensajes del presidente minimizan el impacto real de la tormenta Sara en el sector y, por consiguiente, la ayuda anunciada representa solo una fracción de los afectados, de acuerdo con los datos de Campo. La tormenta causó daños a más de 33,150 productores de maíz y 13,370 de frijol, con pérdidas estimadas en $65.2 millones. La gremial estima un productor por manzana afectada. En el caso del maíz se perdieron casi 1.5 millones de quintales, el 11.3% de la cosecha, y 200,000 quintales de frijol, el 16.2% de la prevista para el ciclo 2024-25.
Luis Treminio, presidente de Campo, indicó que en la elaboración del informe se entrevistaron a 50 agricultores por cada distrito (antes municipio). La gremial asegura que representa a unos 125,000 productores a nivel nacional. Esa cifra representa casi la cuarta parte de los pequeños productores existentes si se toma en cuenta que el Mag menciona a más de medio millón de pequeños productores en sus informes.
Campo estima que en Ahuachapán hubo 3,700 productores con daños en la cosecha de maíz y otros 2,000 para el caso del frijol. Aunque un mismo productor pudo tener afectaciones en los dos granos básicos, el total de ayuda anunciada -bonos a 3,000 campesinos- no alcanzaría para cubrir las pérdidas. De ese departamento se entrevistaron a cuatro líderes de otras tantas cooperativas que informaron de 857 agricultores afectados, de los que nueve personas recibieron el bono del incentivo y 378 familias el paquete de alimentos.
La organización Red de Comunidades Agropecuarias se encuentra en los distritos de Chinameca y San Jorge, en el departamento de San Miguel. De los 356 agricultores, casi la mitad, 144, vieron como las lluvias dañaron el 60% del frijol, el 50% del maíz y un porcentaje similar de las hortalizas. Treinta de ellos recibieron el bono.
En San Vicente, la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria Anastasio Aquino (Fecora de RL) concentra a una treintena de cooperativas en La Paz y parte de San Vicente, que integran a 1,000 asociados directores y otros 5,000 indirectos. Al norte de La Paz cultivan frijol, maíz y maicillo, y en la zona costera plátanos y hortalizas. El presidente Carlos Martínez estima que la mitad de ellos se vio afectado por el temporal, en especial los cultivos de granos básicos y plátanos.
El impacto de Sara en la producción de maíz y frijol se suma a la caída de las cosechas de granos básicos que vienen marcando la administración Bukele, de acuerdo con las propias estadísticas de Agricultura.