Para José Valdez, la pobreza no se incrementó en la primera administración de Nayib Bukele; más bien, antes, en la de Sánchez Cerén, los pobres se escondían con ayudas de los programas sociales. La afirmación del comunicador es falsa como verificó Voz Pública. La estadística oficial del BCR indica que los hogares en pobreza pasaron de 442,000 en 2019 a 549,000 en 2023. En el caso de la pobreza extrema, se duplicó en ese periodo y retrocedió a la que había en 2012.
El comunicador político José Valdez se refirió ayer en la entrevista del programa “Las cosas como son”, conducida por Josué Natan Vaquiz, al tema de la pobreza en el país. “¿Hay pobreza en El Salvador? Claro que hay pobreza. ¿Aparece en los indicadores? Sí aparece, (…) ¿Pero mire hoy hay más pobres? No, hoy lo que pasa es que somos sinceros con los números que hay y no los estamos escondiendo como hicieron antes”, expresó Valdez, quien respondía las preguntas que él mismo se hacía ante la mirada del entrevistador.
Voz Pública verificó la afirmación del invitado al programa y concluyó que es falsa. Para ello se revisaron las estadísticas de las encuestas de hogares de los últimos años disponibles en el sitio del Banco Central de Reserva (BCR) y se consultó a un par de economistas.
En 2019, cuando el presidente Nayib Bukele llegó al poder, el 22,9% de las familias vivía en pobreza (442,000) y en 2023, el último dato disponible, los hogares en esa condición eran el 27.2% (549,000). En tres de los cuatro años, la cantidad de pobres se incrementó.
Para la medición de la pobreza se toman en cuenta dos variables: el valor de una canasta básica de alimentos y el ingreso de las familias. Si el dinero de un hogar no alcanza para cubrir el costo de dos canastas, entra en esa condición. Si es suficiente para una canasta pero no para los dos, está en pobreza relativa. Pero si no alcanza siquiera para una, esa familia está en pobreza extrema.
La variante más aguda de la pobreza es sinónimo de hambre, son familias a las que no les alcanza para la comida del día. Sus miembros sobreviven con un dólar o menos diario. En la administración Bukele, la pobreza extrema se duplicó en cuatro años al pasar del 4.5% de los hogares (87,400) en 2019 al 8.8% (177,200) en 2023.
En general, el incremento está relacionado con el alza sostenida de los alimentos de la canasta básica en los últimos años debido a factores internacionales y al deterioro de la agricultura, que se manifiesta en la reducción de las cosechas de granos básicos, frutas y verduras.
Con altibajos y a un ritmo menor al esperado, la pobreza ha venido disminuyendo en las últimas décadas. Sin embargo, en la primera gestión de Bukele, esa tendencia se revirtió. De hecho, las familias en pobreza extrema en El Salvador en 2023 es similar a la que había en 2012 cuando 145,600 hogares, el 8.9% del total, estaba en esa condición.
¿Escondían a los pobres?
En su análisis, Valdez no presentó un solo dato de pobreza. Para justificar su teoría, dijo que en el gobierno de Sánchez Cerén se “escondió a los pobres”. “Cuando esta gente hace comparación de sus números (y dice que) habían menos pobres antes (…), no es que hubiera menos pobres, eran los mismos, pero (se les estaba) dando dinero a ellos para esconderlos y disminuir sus cifras. (…) Tenga $100 ya no es pobre, es falso, mentira”, aseveró.
El economista José Luis Magaña sostiene que la pobreza se mide igual que antes a través de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM). “La metodología de ese instrumento no ha cambiado en este periodo. Se pueden consultar las fichas metodológicas y las bases de datos de estos años y de anteriores, y muestran consistencia. Los números se hacen igual que antes (aunque no se publican igual que antes porque ya no se refleja el gasto de los hogares en alimentos, por ejemplo)”, sostiene.
A la luz de las estadísticas, apunta que el número de hogares y de personas en pobreza ha aumentado en los últimos cinco años. Una situación que atribuye al deterioro de los programas de atención a sectores en vulnerabilidad “como reflejo de un modelo económico excluyente que ha incrementado los niveles de desigualdad, como refleja el índice de Gini”. Añade también el incremento de los precios, en particular de los alimentos y servicios básicos, a la hora de explicar el aumento de la pobreza en los últimos años.
En cuanto al dinero que menciona Valdez, que se entrega a personas para “esconder la pobreza”, se infiere que habla de los programas sociales. En concreto, los $100 mensuales corresponderían al PATI, un programa dirigido a formar a unos miles de jóvenes en situación de riesgo. Se entregaba esa cantidad durante seis meses y estuvo en vigor entre 2010 y 2016.
María Villalta, economista de la UCA, considera que no hay manipulación de datos en las encuestas de hogares como sugiere el comunicador. En cuanto a las ayudas públicas a determinados grupos sociales tampoco ve que sean significativas para tener un impacto en variables como la que se analiza. “Estas políticas públicas focalizadas en determinados grupos vulnerables en periodos determinados son muy poco probables que impacten en indicadores como los de la pobreza”, afirmó.
En cualquier caso, la administración actual mantiene algunos de esos programas sociales como la pensión básica a los adultos mayores de 70 años y, en menor medida, un programa dirigido a madres jefas de hogar. En general, son entregas monetarias de $50 o menos al mes que se pagan a grupos focalizados. Como este medio ha documentado en diversas ocasiones, este tipo de ayudas no saca a alguien de la pobreza, más bien alivia la situación en que vive. Esta gestión se ha caracterizado por otorgar ese beneficio con atrasos de hasta un año.
En una verificación del discurso del cuarto año del expresidente Sánchez Cerén, el medio digital El Faro reveló que las cifras de pobreza mencionadas en el mismo no eran ciertas. Se destacaba que la pobreza se había reducido en un 10% en los gobiernos del FMLN cuando realmente había sido un 8.6%. En el discurso se había tomado como año de referencia 2008 en lugar de 2009, cuando el partido de izquierda llegó al poder.
Se consultó al comunicador político sobre las afirmaciones hechas en la entrevista, pero hasta la publicación de la nota no hubo respuesta.