El proceso de licitación pública para escoger a la empresa que construya el primer edificio del nuevo hospital Rosales fue declarado desierto por la DOM, la institución a cargo, recientemente. A 75 días de que el gobierno de Nayib Bukele cumpla cuatro años de gestión es incierto el inicio de las obras en el principal hospital del país.
La construcción de la consulta externa especializada, el primer edificio del nuevo hospital Rosales, tendrá que esperar y con ella los miles de usuarios que a diario ansían una mejor atención en el centenario centro médico.
El Sistema Electrónico de Compras Públicas (Comprasal) indica que la licitación pública de ese proyecto de salud fue declarada desierta. De igual manera, se confirmó a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la institución que financia el proyecto, mediante una solicitud de información recibida el 17 de marzo. Al constatar el inicio de trabajos en el área donde se construirá la consulta, al banco se le preguntó el nombre de la empresa ejecutora, el monto y la fecha en que fue adjudicado. La respuesta fue escueta: el proceso se declaró desierto. En otras palabras, no hay empresa adjudicada.
La Dirección Nacional de Obras Municipales (DOM) es la institución encargada de contratar a la empresa que construya la torre médica donde funcionaría la consulta externa a levantarse en el predio del antiguo hospital de Maternidad, que linda con los hospitales Rosales y Primero de Mayo del Seguro Social. Asumió ese papel en febrero de 2022 cuando el ministro de Salud, Francisco Alabí, anuló el proceso de contratación que hasta entonces lideraba Salud para escoger, como ahora, a la empresa constructora. Trece meses después, se vuelve al punto de partida.
Proyecto estancado
En el sitio de Comprasal no hay información que explique las razones de la suspensión del proyecto denominado “Precalificación para el proceso de construcción del edificio de Consulta Externa Especializada y Hospital de Día del Hospital Nacional Rosales”. Desde la Unidad Normativa de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (UNAC), la dependencia del Ministerio de Hacienda que administra el sitio de las compras públicas, se indicó que la institución responsable, en este caso la DOM, tuvo que haber publicado el resultado. Ese funcionario, al que se consultó vía telefónica, añadió que la declaratoria de desierta puede darse por dos razones: Una es que no haya ofertas de empresas y otra es que ninguna cumpla con las exigencias técnicas que demanda la entidad contratante.
Graciela Ayala, investigadora y coordinadora del Centro de Monitoreo Institucional de Acción Ciudadana, asegura que la DOM debe indagar las razones por las cuales el proyecto no se adjudicó. “Se debe revisar por qué no hubo participantes, si hay algún error en las bases (de licitación) y si (este) se puede modificar para que las personas participen o se debe lanzar un nuevo proceso y se da otro plazo”, afirma la abogada de la entidad especializada en contraloría social.
En principio, la opción de la falta de participación quedaría descartada. En octubre pasado, el BID publicó un informe en el que informaba del avance de la preselección de empresas interesadas en ejecutar el proyecto. En concreto, dos consorcios, uno español y otro mexicano, y una empresa austriaca. Para conocer los motivos por los que ninguna empresa fue contratada se contactó sin éxito al área de comunicaciones de la DOM en varias ocasiones.
Al consultar el estado del proyecto en la web de la propia institución se observa que la información está desactualizada. En el estado del proyecto se lee “sin adjudicar” cuando en Comprasal, como se dijo, dice “declarado desierto”.
¿Trabajo en marcha?
A mediados de febrero, varias excavadoras con apoyo de camiones de volteo empezaron a trabajar en los cimientos del futuro edificio de la consulta de especialidades. Voz Pública visitó el lugar el 1 de marzo y no identificó el logo de ninguna empresa. Buena parte del personal del lugar iba con vestimenta de la DOM. Ahora se confirma que no hay una empresa adjudicada, que el proceso de contratación se suspendió y, por tanto, que esas obras, por alguna razón, las ejecuta el personal la institución contratante cuando le correspondería hacerlas a la constructora que ganase el contrato.
El Hospital Nacional Rosales es el principal centro de atención de adultos del país. Cuenta además con el mayor número de especialidades y subespecialidades médicas por lo que es considerado el centro de referencia nacional.
Este próximo 13 de julio cumplirá 121 años de haber sido fundado. La mayor parte de sus instalaciones, como es de conocimiento público, están en mal estado lo que repercute en la calidad de atención que recibe el paciente. Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico, se mostraba crítico con los atrasos en la construcción de los hospitales (incluía el que se levanta en el municipio de Nejapa) a inicios de año. “La población necesita ser atendida en instalaciones que respeten su dignidad, eso dista mucho en el hospital Rosales por lo viejas (que están). Nuestros colegas hacen grandes esfuerzos en los hospitales para salvar vidas; en unas instalaciones modernas y de mayor capacidad habría resultados más positivos”, expresó.
Desde mediados de la década pasada se concibió la necesidad de un préstamo internacional para construir nuevas instalaciones y mejorar las existentes en el hospital, además de financiar otros proyectos para fortalecer la red sanitaria. Ese empréstito se firmó con el BID por $170 millones en abril 2016 y se ratificó dos años después, hasta junio de 2018, debido a la oposición del partido Arena, con mayoría en la Asamblea Legislativa.
La administración de Nayib Bukele tuvo esos fondos sobre la mesa desde el 1 de junio de 2019. La entonces ministra de Salud, Ana del Carmen Orellana Bendek, escribió en referencia al Rosales en Twitter el 21 de agosto de ese año: “La atención de calidad a nuestros pacientes no puede esperar”. La realidad es que a menos de 75 días de que el gobierno cumpla cuatro años, aún no hay una empresa seleccionada para construir el edificio de la consulta de especialidades.
En ese camino salpicado por la pandemia de la covid-19, el Ministerio de Salud lanzó la primera licitación pública en febrero de 2021. A pesar del interés de seis empresas y de que cuatro de ellas superasen la parte técnica, el ministro anuló el proceso un año después sin mayor explicación. Desde entonces, la DOM asumió el proceso administrativo y Salud quedó en un segundo plano. En esos días, a inicios de febrero, el presidente Nayib Bukele, con motivo del lanzamiento del plan de inversión pública para 2022, decía lo siguiente: “Este año se construirá el hospital Rosales por un monto de $35 millones”. Cumplido ese tiempo, ni se invirtió ni se inició construcción alguna. No hay obra porque no hay una constructora seleccionada.
Ruth López, jefa de Anticorrupción y Justicia de la organización Cristosal, no descarta otros intereses en los siguientes procesos de contratación. “Ante la falta de transparencia del proceso y el lamentable actuar errático de la administración pública es muy probable que busquen utilizar la nueva Ley de Compras Públicas y las reformas recién aprobadas, que les dan una mayor discrecionalidad, para la contratación y la participación como ejecutores”, sentencia.