Cerca de 50,000 salvadoreños han sido interceptados en la frontera sur de los Estados Unidos desde octubre pasado, el mes de inicio del año fiscal 2022 en ese país. La cifra contrasta con los más de 29,000 detenidos en el periodo anterior. En el caso de guatemaltecos y hondureños, si bien se desplazan en mayor número, el aumento fue del 16% y del 2.8%, respectivamente.
La migración hacia los Estados Unidos sigue siendo la única alternativa para cientos de salvadoreños que abandonan el país cada día en busca de mejores condiciones de vida.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de ese país registra 49,682 salvadoreños interceptados en la frontera sur entre octubre de 2021 y marzo pasado, los primeros seis meses del año fiscal estadounidense. Esa cantidad es un 70% más que los 29,239 compatriotas detenidos en ese mismo periodo del año anterior.
Para Amparo Marroquín, investigadora especializada en procesos culturales y comunicación, la situación económica, la reunificación familiar y la violencia son las principales causas de migración de los salvadoreños. “La cuarta es la crisis ambiental que obliga a distintos grupos de poblaciones a desplazarse, primero de manera interna y posteriormente al exterior del país”, afirma la docente de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), que toma como referencia uno de los últimos informes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Rina Montti, subdirectora de Monitoreo de Cristosal, se centra también en los motivos económicos a la hora de explicar el repunte de migrantes después de los primeros meses de la pandemia de la covid-19 cuando el cierre de las fronteras limitó el tránsito de personas. “Hay un incremento sustancial en la canasta básica y esto, aunado a la ya golpeada economía y a la falta de oportunidades laborales, hace que las personas tengan que abocarse a verse forzadas a migrar también”, sentencia la representante de esta organización que promueve los derechos humanos en Centroamérica.
Ese comportamiento migratorio no es tan marcado en los otros dos países del Triángulo Norte, Honduras y Guatemala. Si bien la cantidad de migrantes interceptados duplica la de los salvadoreños, el incremento en ese periodo es menor: el 16% de guatemaltecos y cerca del 3% en el caso de los hondureños, siempre según la oficina adscrita al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos.
En el año fiscal 2021, de octubre 2020 a septiembre 2021, un poco más de 98,000 salvadoreños fueron interceptados en la frontera sur de los Estados Unidos. Se trata del número de compatriotas más elevado en el presente siglo.
Cambio de discurso
En diciembre de 2020, el presidente Nayib Bukele y el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, se vanagloriaban de su “éxito” en materia migratoria. “En el año fiscal 2020 vimos una reducción del 83% de salvadoreños que llegaba de forma irregular a los Estados Unidos y es testimonio del trabajo que hemos hecho juntos…”, decía Wolf. El mandatario no se quedaba atrás: “Los datos y los números hablan por sí mismos, y lo que hemos logrado juntos es más que lo que han logrado los gobiernos anteriores en su conjunto”.
Ese triunfalismo duró poco, el tiempo que tardaron miles y miles salvadoreños en llegar a la frontera sur de los Estados Unidos. Al respecto, Montti asevera que hoy el Gobierno opta por invisibilizar el asunto migratorio y mantiene una falta de interés en reconocer los problemas del país que están detrás de la necesidad de migrar.
Marroquín relaciona el giro del discurso en la administración Bukele con el cambio de gobierno en los Estados Unidos. Recuerda que el presidente pasó de colaborar con el exmandatario Donald Trump y hacer de El Salvador “un país que criminalizaba la migración y no la reconocía como un derecho” a lo contrario con la llegada de Joe Biden. “Lo que vemos ahorita es a un presidente (Bukele) que está incentivando los procesos migratorios y que ha dicho que no se pueden criminalizar oficios como el coyotaje en la medida que los coyotes lo que están haciendo es ayudándole a otras personas a conseguir sus sueños”, explica la investigadora.
Considera que para explicar el proceso migratorio hay que tomar en cuenta, además de lo que sucede en el país de origen, aspectos globales como las consecuencias del cambio climático o, por ejemplo, una posible reforma migratoria en los Estados Unidos. “Hay entrevistas que se hacen en las distintas fronteras donde se le pregunta a los migrantes si están de acuerdo con las políticas de Nayib Bukele y mucha gente está de acuerdo y considera que El Salvador está mejor y, no obstante, están migrando”, apunta la docente de la UCA.
Voz Pública buscó una reacción oficial en la Dirección General de Migración y Extranjería, pero en el área de comunicaciones se dijo que le correspondía al Ministerio de Relaciones Exteriores. Se hizo la respectiva solicitud a esta institución, respondieron que iban a consultar, pero ya no lo hicieron.