Estados Unidos registra 87,702 salvadoreños interceptados en su frontera sur entre octubre de 2020 y agosto de 2021. De seguir la tendencia de los últimos meses, el año fiscal cerrará con unos 100,000 compatriotas llegados a ese país de manera irregular, el récord de las últimas dos décadas. Un comportamiento similar se espera con los migrantes guatemaltecos y hondureños, que casi triplican en número a los salvadoreños, en un periodo marcado por los efectos de la pandemia.
Países | Tasa de detenidos por 100.000 hab. |
México | 464 |
Honduras | 3,089 |
Guatemala | 1,511 |
El Salvador | 1,386 |
Nacional EE.UU. y datos oficiales de países.
En diciembre pasado, el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, en una reunión con el presidente de la República, Nayib Bukele, decía lo siguiente: “En el año fiscal 2020 vimos una reducción del 83% de salvadoreños que llegaba de forma irregular a los Estados Unidos y es testimonio del trabajo que hemos hecho juntos. El mensaje suyo, hablando de esa prosperidad para la población joven en El Salvador,…”.
El mandatario correspondía a su invitado con las siguientes palabras: “Los datos y los números hablan por sí mismos, y lo que hemos logrado juntos, es más que lo que han logrado los gobiernos anteriores en su conjunto”.
En tan solo nueve meses, la realidad planteada por uno y otro en esa reunión ha dado un giro de 180 grados. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos registra 87,702 salvadoreños que han llegado de manera irregular a la frontera sur en los últimos 11 meses. De mantenerse el promedio de los últimos meses, se llegará a los 100,000 compatriotas interceptados, el mayor número en este siglo.
En esa reunión, presidente y secretario obviaron que el dato que sustentaba su retórica (83% de reducción) era calcado al de Honduras y Guatemala. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) registra una reducción del 84.2% de los hondureños y del 82.1% de los guatemaltecos detenidos en el año fiscal 2020, de octubre de 2019 a septiembre de 2020.
Para Karla Castillo, economista y especialista en la temática de migración forzada, esa estadística “botaba el argumento de que que las políticas nacionales estaban impactando (en el país) porque el mismo fenómeno ocurría en Guatemala y Honduras”.
En realidad, el miedo a viajar en los primeros meses de la pandemia y las medidas restrictivas adoptadas por los países en general en las fronteras explican esas reducciones tan significativas en los tres países del Triángulo Norte.
Óscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, lo resume así: “Nada paró los flujos migratorios con más eficacia que la pandemia que llevó al cierre definitivo de fronteras”.
Factores principales
Países de origen | % población detenida |
México | 38.6% |
Honduras | 18.6% |
Guatemala | 16.7% |
El Salvador | 5.7% |
Otros | 20% |
Nacional EE.UU.
Chacón destaca tres factores para entender la migración desenfrenada en los últimos meses. Uno es que la gente postergó sus planes de migrar al inicio de la pandemia y se aventuró a hacerlo ya en 2021. Otro es el impacto económico que llevó a la pérdida de miles de empleos y, por último, la inestabilidad política en la región si bien, apunta el experto, el caso salvadoreño es diferente al de sus vecinos.
“En El Salvador, desde la elección presidencial de 2019 se ha generado una lectura esperanzadora de que quizás con un nuevo gobierno las cosas van a caminar diferente. Hay un entorno de esperanza que contrasta dramáticamente con la realidad en Honduras y Guatemala”, afirma Chacón.
Ese “factor esperanza”, como él lo llama, probablemente, impidió que más salvadoreños dejaran el país, pero no fue suficiente para que el número de compatriotas que llegaron de manera irregular a la frontera sur de Estados Unidos esté a punto de superar cualquier estadística en el presente siglo.
Karla Castillo no deja de lado la causa de la violencia en este asunto de la migración forzada. “Antes (anteriores gobiernos) como ahora, los factores de inseguridad tienden a ser invisibilizados. La violencia es un elemento relevante a la hora de tomar la decisión de migrar”, expresa.
Considera que los gobiernos en el pasado han fallado a la hora de atender las causas estructurales de la migración. “No ha habido un interés para que la gente tenga el derecho de quedarse”, añade.
Dadas las condiciones de la pandemia, Chacón considera que el repunte actual de migrantes era algo predecible. “Hay que cuidarnos de no hacer celebraciones prematuras sobre el patrón migratorio desde El Salvador hacia los Estados Unidos”, sentencia con un guiño a ese triunfalismo de corto plazo que se manifiesta en las declaraciones del presidente Bukele y el secretario Wolf que abren esta información.