En la Ley Bitcóin, en vigencia desde el 7 de septiembre, se justifica la adopción de ese criptoactivo como moneda de curso legal como una manera de ampliar el acceso a los servicios financieros de la población vulnerable. La realidad, en palabras de los especialistas consultados por Voz Pública, es muy distinta.
El sábado 5 de junio, en una conferencia en Miami, Estados Unidos, el presidente Nayib Bukele anunciaba que enviaría una ley a la Asamblea Legislativa para convertir el bitcóin en una moneda de curso legal. “En el corto plazo, (el bitcóin) generará empleo y ayudará a la inclusión financiera de miles de personas que están en la economía informal”, afirmó Bukele.
Tres días después, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley Bitcóin con los votos de los diputados del partido oficialista y otros afines. De acuerdo con la ley, la principal razón para la implementación del bitcóin en El Salvador es fortalecer la inclusión financiera, es decir, que los hogares más vulnerables puedan acceder a servicios como microcréditos, pensiones, realizar transacciones, entre otros. La otra es atraer inversión.
Carlos Acevedo, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR) entre 2009 y 2013, es tajante al respecto: “(el bitcóin) es un instrumento ineficiente e inefectivo para alcanzar el objetivo que se pretende de la inclusión financiera”.
En El Salvador se calcula que apenas el 30 % de la población tiene acceso a servicios financieros.
Además de la alta volatilidad y el desconocimiento de la población, Acevedo apunta el tema de los costos como factores en contra de esa criptomoneda.
“Si la idea es montar un ecosistema financiero para los pobres, con acceso a servicios financieros, en teoría sí se puede con el bitcóin, pero lo que lo hace posible no es el bitcóin, es la tecnología de los pagos móviles. Se puede hacer con cualquier moneda. Y diría que más barato. Porque no hay que comprar la moneda”, apunta Acevedo.
En esa línea se pronuncia la economista Tatiana Marroquín. “Al existir tanta volatilidad, las personas no se van a ver atraídas a hacer transacciones a través de esta criptomoneda”.
La encuesta de la Universidad Francisco Gavidia publicada a inicios de julio revelaba que el 64.8% de los encuestados no está dispuesto a recibir su salario en bitcóin y el 77.5 % considera poco o nada acertada la propuesta del gobierno de establecer el bitcóin como moneda de curso legal.
Otra encuesta más reciente del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” indica que casi ocho de cada diez salvadoreños tiene poca o ninguna confianza en ese activo digital.