Comunidad Brisas de Madrid, Soyapango, San Salvador Este. “En el dengue no se debe perder tiempo. Si un niño presenta fiebre, evitar la automedicación y consultar oportunamente a un centro de atención”. El mensaje del ministro Alabí fue subido a Facebook por la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República a inicios de julio.
Cumplir con las indicadores anteriores, como hizo la familia, no fue suficiente para salvar la vida del protagonista de la siguiente historia, un niño de 11 años, vecino de Soyapango.
La abuela cuenta el triste desenlace que vivió con uno de sus nietos. “Ese niño era mi adoración, hubiera deseado que le pusieran atención, pero no”, relata al referirse a los centros donde le atendieron: la clínica de la colonia San Antonio de Fosalud, cerca de donde vivía, y el Hospital Nacional General y Siquiatríao “Dr. José Molina Martínez”. De ambos se queja del descuido con su nieto ya que solo le dieron acetaminofén y suero.
Los seis días que pasó ingresado en dos centros hospitalarios, a la familia le informaron que el niño se trató como un paciente con dengue. En “el Molina”, como la abuela lo llama, estuvo dos días, antes de ser trasladado al hospital Bloom, como el 22 de julio donde pasó cuatro más antes de fallecer la mañana del 25.
La madre del menor le dijo que el niño iba cansado y con fiebre alta cuando lo trasladaron al Bloom. Al nomás ingresarlo, lo intubaron. “Fue llegando y a (ponerle el) tubo. Me lo rompieron no sé dónde, él nunca había padecido de eso. Dijeron que llevaba agua en los riñones”, describe la señora.
Con esto último, es probable que se refiera a un edema, consecuencia de una complicación del dengue, según un pediatra consultado. El edema es una hinchazón que es causada por la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo.