La investigadora lamenta la falta de voluntad política en atender el fenómeno de las desapariciones. “Hoy por hoy, es el delito más grave que está ocurriendo en el país”, acota Aguilar sobre un problema de seguridad que se trata de ocultar en lugar de enfrentar como es debido.
Jeannette Aguilar, investigadora en temas de violencia, critica la labor del gobierno actual y de los anteriores en materia de seguridad, en especial lo relativo a la atención que se brinda al fenómeno de la desaparición de personas.
“Hoy por hoy es el delito más grave que está ocurriendo en el país”, asevera la experta en la entrevista de Voz Pública al referirse al fenómeno de los desaparecidos, un problema que, según indica, el Estado ignora e invisibiliza.
Aguilar lamenta el poco interés del Estado en investigar los casos de personas desaparecidas, algo que explica por la erosión en la imagen a los gobernantes de turno que conlleva este delito. Lejos de fortalecer los trabajos de búsqueda de las personas desaparecidas, para la experta, la constante de los gobiernos es invisibilizar y descalificar la magnitud del fenómeno.
La especialista insiste en la necesidad de mejorar el trabajo coordinado entre Fiscalía, Policía y el Instituto de Medicina Legal (IML). A modo de ejemplo, cita una iniciativa en la que trabajan desde hace dos años para acelerar la identificación post mortem de las víctimas a través de las huellas dactilares, la cual aún no se ha materializado, indica Aguilar, “por falta de voluntad política”.
La Fiscalía cuenta con la Unidad Especializada de Desaparecidos integrada por cinco fiscales y encargada de investigar la desaparición de ciertos perfiles de personas: funcionarios, casos de notoriedad pública, mediáticos y desapariciones de grupos. “Se crea la falsa idea de que esta unidad está investigando todos los casos, pero realmente desde su creación se le dio el mandato de investigar casos con ciertos criterios”, puntualiza.
Un país de desaparecidos
La PNC registró 1,539 denuncias de personas desaparecidas en 2020, un promedio superior a las cuatro diarias. Desde 2012, este fenómeno se ha mantenido en ese promedio alcanzando cotas de hasta 2,400 denuncias anuales en 2018 y 2019, entre 6 y 7 desaparecidos diarios.
De esa cantidad de denuncias, en casi la mitad de los casos, las personas nunca aparecen y en una pequeña proporción son halladas muertas. De la otra mitad de las denuncias, las personas aparecen en los días y semanas siguientes.
La Fiscalía maneja unas estadísticas distintas. A pesar de que desde hace dos años trabajan en un registro único con la PNC, todavía manejan los casos de denuncias por separado.
En el quinquenio 2014-2019, la Fiscalía recibió más de 22,000 denuncias. “Alrededor de un 50%, las víctimas no han sido localizadas, ni vivas ni muertas. ¿Qué está sucediendo con todo estos casos? Hasta ahora, no hay respuesta”, sentencia Aguilar.