Jonathan Menkos, director ejecutivo del ICEFI, advierte del acelerado endeudamiento en la gestión actual, un proceso que puede llevar a hacer insostenible el pago de la deuda.
El Gobierno del presidente Nayib Bukele se endeudó en 3,633 millones en los primeros 27 meses de gestión, una cantidad que supera, con creces, la deuda adquirida en cualquiera de los tres quinquenios anteriores.
Jonathan Menkos, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), subraya el endeudamiento en exceso -sobreutilización de la deuda, dice él- en los gobiernos anteriores y, en particular, en el actual como resultado de la crisis derivada de la pandemia de la covid-19 en 2020 y que continúa en la actualidad.
“El Gobierno actual tiene una aceleración del proceso de endeudamiento que está llevando de manera más rápida a procesos de insostenibilidad en el pago de la deuda”, expresa Menkos durante la entrevista en Voz Pública, conducida por la periodista Wendy Monterrosa.
Cada año, el monto que se destina al pago de la deuda es mayor, representa una porción más grande del presupuesto general en detrimento de programas e inversiones sociales. Solo el pago de intereses, apunta el economista del ICEFI, ha pasado de representar el 13% del plan de gastos a llegar al 20%, uno de cada cinco dólares, en los últimos años.
En el presupuesto de 2021 está contemplado una partida de 1,161 millones para ese pago, de la cual 878 millones corresponden a la partida de intereses. “Se están sacrificando inversiones sociales para poder pagar la deuda”, apunta Menkos.
En pocas palabras, ese sacrificio, para el economista, representa menos recursos para educación, salud, luchar contra la pobreza, así como para inversiones económicas encaminadas a mejorar la capacidad de producción y el bienestar de la población en el corto plazo.
“En el largo plazo, la sobreutilización de la deuda a los niveles que estamos observando en El Salvador da como resultado una merma en las posibilidades de bienestar y, por supuesto, de desarrollo humano”, añade.
Menkos aclara que la deuda pública es una herramienta importante de financiamiento para los estados. “El problema es la sobreutilización de la deuda en lugar de hallar otros mecanismos que puedan ayudar al poder público a financiar sus gestiones”.