No hay cárceles dignas ni el Cecot se financió con préstamo del BCIE, como dijo Félix Ulloa en Bolivia

por Javier Ramón

Desde El Salvador de los 1,046 días sin homicidios y el más seguro del hemisferio occidental, hasta cárceles dignas para los internos o que el Cecot se construyó gracias a un préstamo con el BCIE… Estas son parte de las afirmaciones con las que el vicepresidente Félix Ulloa armó su discurso sobre la seguridad en su visita reciente a Bolivia. Voz Pública verificó ese contenido y lo contrastó con datos oficiales, informes internacionales sobre seguridad y otros de derechos humanos de organizaciones como Fespad.

El vicepresidente de la república, Félix Ulloa, visitó el Estado Plurinacional de Bolivia con motivo de la toma de posesión del presidente Rodrigo Paz que tuvo lugar el pasado 8 de noviembre. Durante su estancia fue entrevistado en el programa Que No Me Pierda (QNMP) de Red Uno, una cadena de televisión nacional. En la entrevista de menos de media hora de duración se refirió a los logros en materia de seguridad en El Salvador, haciendo hincapié en el sistema carcelario y el Cecot en particular, y la reducción de los homicidios. 

Vicepresidente Ulloa: “Un periódico inglés The Guardian publicó en su página central “El Salvador, la capital mundial del homicidio” en el mes de agosto de 2015. Ese mes se habían asesinado a más de 900 salvadoreños, más de 30 cada día”

Verdadero
Las cifras oficiales registraron 918 homicidios en agosto de 2015, prácticamente el promedio mensual que menciona el funcionario. En ese mes, seis días registraron 40 homicidios o más. La fecha 27 de agosto alcanzó el pico de 51 muertos.

Vicepresidente Ulloa: “Ahora, después de que el presidente Bukele tomó posesión del cargo, llevamos 1,046 días con cero homicidios y somos el país más seguro de todo el hemisferio occidental”.

Falso
La notable reducción de los homicidios en la administración de Nayib Bukele es una realidad indiscutible, no así la propaganda que se construye desde el oficialismo en torno a la seguridad.

Sobre los 1,046 días sin homicidios, hay que precisar lo siguiente: desde 2022, el gobierno dejó de contar algunos tipos de homicidios, algo que incumple el Protocolo de Bogotá, un compendio de criterios técnicos que garantizan la transparencia en esa variable y siguen los países en América Latina y el Caribe.

¿Qué homicidios ya no se incluyen en las estadísticas? Una especialista en seguridad, que prefiere no ser mencionada, enumera los siguientes:
. Las osamentas de seis meses o más que se encuentran en predios baldíos, barrancos.
. Los presuntos delincuentes muertos en enfrentamientos con las fuerzas del orden, las llamadas “intervenciones legales”.
. Las muertes con signos de violencia de reos en los centros penales. 
. Otros homicidios que entran en la categoría de “sobreaveriguar”.

Así, el caso del soldado que mató de un disparo a la joven Yessica Solís cuando visitaba el Centro Histórico de San Salvador no quedó registrado en la estadística. La PNC dijo que fue accidental y, por tanto, El Salvador cerró ese día con un homicidio en Talnique, La Libertad, como informó la entidad policial en X.

La organización Socorro Jurídico registra 454 muertes en las cárceles desde el inicio del régimen de excepción hasta este mes. Si la institucionalidad funcionara, añade la fuente, la mesa tripartita (PNC, FGR y Medicina Legal) debería analizar cada caso donde hubiera una presunción de una muerte violenta.

En consecuencia, la cifra oficial de días sin homicidios no es cierta en la medida que valida el subregistro.

Ubicación de los países en el estudio sobre paz.

El Salvador tampoco es el país más seguro del hemisferio occidental. Esta afirmación es doblemente falsa.

Primero. El hemisferio occidental engloba al continente americano, además de varios países de África y Europa. Al menos, los cuatro del Viejo Continente (Portugal, Irlanda, Islandia y España) tienen una tasa más baja que la salvadoreña. Marruecos y Argelia, dos de los países más poblados del norte de África, tenían tasas inferiores a 2 en 2023, los últimos datos disponibles. El Salvador cerró el 2024 con 114 homicidios y una tasa de 1.9 por cada 100,000 habitantes en 2024, según anunció el presidente Bukele el 1 de enero de 2025 en X. Una data sesgada por lo mencionado antes.

Segundo. El concepto de la seguridad no se puede reducir a una sola variable, como hace el gobierno. El vicepresidente repitió la frase que Nayib Bukele mencionó en su discurso de toma de posesión el 1 de junio de 2024 y el 1 de enero de este año en X.

Estudios internacionales como el Índice de Paz Global (GPI, por sus siglas en inglés) incluye los homicidios, la militarización y el nivel de encarcelamiento entre las 23 indicadores que utiliza para medir la paz de un país.

El Salvador se ubicó en la posición 104 de 163 estados y territorios en el informe publicado a mitad de este año. Mejoró una posición con respecto al estudio de 2024, año en que sobresalió al escalar 21 peldaños. “La percepción de la criminalidad mejoró en 96 países, siendo El Salvador el que registró la mayor mejora (…)”, decía el informe entonces. Sin salir del istmo, Costa Rica (54) y Panamá (84) están mejor que El Salvador.

Vicepresidente Ulloa: «Hay que tener los recursos para generar un sistema carcelario que le dé no solo la seguridad, la dignidad a los internos, sino también que la sociedad se mantenga segura y que no vayan a escaparse…»

Falso
Informes elaborados con los testimonios de personas liberadas con medidas alternativas cuentan algo muy distinto a la “dignidad” en el sistema carcelario y las normas mínimas que establecen las Naciones Unidas, las conocidas Reglas Nelson Mandela.

El documento “Tortura sistemática en las cárceles de El Salvador. Tres años del régimen de excepción”, elaborado por FESPAD y publicado en marzo pasado, evidencia las condiciones inhumanas en las cárceles como maltrato físico, falta de agua y atención sanitaria, hacinamiento y más.

De 36 personas entrevistadas, 32 habrían presenciado más de una muerte en los penales. Las causas principales fueron la falta de atención médica, los golpes recibidos y la falta de tratamiento a una enfermedad crónica.

Los siguientes porcentajes se refieren también a las entrevistas a 36 víctimas.
. 40% no tuvo acceso a agua con regularidad y proliferación de enfermedades por este motivo.
. 50% no tenía espacio para dormir.
. 69% recibió kit de higiene y alimentos incompletos (llevados por las familias).
. De las 13 personas con problemas de salud antes de entrar, solo la mitad recibió atención y tratamiento médico.
. Enfermedades adentro. De las 36, 34 se enfermaron: el 82% padeció problemas en la piel, el 38% de salud mental, el 26% enfermedades gastrointestinales y otro similar de anemia.
. Al 53% de las personas se les negó cualquier atención médica mientras estuvo encerrada.

Con respecto a los malos tratos sufridos, los más comunes que mencionan son: exponer al sol mucho tiempo (17), golpes con el puño (9), empujones (18), patadas (7), rociar con gas lacrimógeno (16).

El informe de Fespad estima un hacinamiento del 369% en promedio en los centros penitenciarios salvo el Cecot cuyas instalaciones tienen espacio de sobra para albergar a más personas.

Voz Pública también realizó una serie de reportajes donde se toca esa temática. Los casos de Dolores, la sindicalista; los detenidos de la familia Sandoval, y de Paola Arana, una joven desaparecida, ponen rostro a la otra cara que Ulloa no cuenta en sus entrevistas.

El Cecot es la imagen que el gobierno proyecta hacia afuera para hablar del sistema carcelario. Pero es uno entre los más de 20 que existen. Construido para pandilleros, la megacárcel es, probablemente, el único que no tiene hacinamiento. 

Vicepresidente Ulloa: «En 2021, en las elecciones legislativas, el pueblo le dio el número de diputados al presidente Bukele, que son los que permitieron obtener los recursos, que ya estaban aprobados por el BCIE, para construir este centro penitenciario de esta magnitud, para equipar las fuerzas del orden que estaban en condiciones precarias (…) con esos fondos, fue un préstamo de $109 millones, para invertirlo en el fortalecimiento de las fuerzas del orden».

Falso
El préstamo de $109 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) al que se refiere el vicepresidente nunca tuvo ese destino. Aunque el funcionario lo omite, el empréstito sirvió de excusa al presidente Nayib Bukele el 9 de febrero de 2020 para tomarse la Asamblea Legislativa con un grupo de soldados, y presionar por su aprobación.

El préstamo se aprobó el 30 de octubre de 2020, aún con la oposición en contra de la que el funcionario habla, y se ratificó el 1 de junio de 2021, ya con una Asamblea con mayoría del partido Nuevas Ideas. El propósito inicial era financiar la modernización de las instituciones de seguridad ciudadana como parte de la fase III del Plan de Control Territorial. Adquisición de vehículos, sistemas de videovigilancia, equipo médico y táctico, entre otros. 

El empréstito pasó años estancado, sin que el banco aprobase desembolsos, como se menciona en este reportaje. Tres años después, en junio de 2024, es cuando el BCIE aprobó una modificación del destino inicial de los fondos. El primer y único desembolso fue de $21.4 millones el 15 de noviembre de 2024, como indica el BCIE en su web.

Información sobre el Cecot que oculta el MOP.

Entonces, ¿cómo se financió el Cecot? Esta es la pregunta del millón. A la megacárcel la envuelve un halo de opacidad desde sus inicios. Acción Ciudadana, una organización especializada en contraloría social, monitorea qué tanta transparencia hay en torno a algunas de las principales obras públicas. En su informe de información oficiosa disponible, en el casos del Cecot se indica que no hay ninguna.

Voz Pública, en un trabajo de investigación, reveló que la construcción del megapenal se proyectó en $135 millones, con empresas designadas a dedo, sin procesos de competencia ni de transparencia. En un evento en Costa Rica, el presidente mencionó que su costo fue de $115 millones.

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