Es falso que en el proceso electoral no hubo irregularidades, como dijo Christian Guevara

por Gabriela Castellón Fajardo

Durante la jornada electoral y en los días siguientes del conteo voto por voto, al que se vio obligado a recurrir el TSE por las fallas en el sistema de transmisión de datos el propio 4 de febrero, se registraron numerosas anomalías de acuerdo con observadores nacionales e internacionales y medios de comunicación. Hasta un miembro propietario del Tribunal y cuatro suplentes se hicieron eco de las mismas y llamaron al resto de magistrados a tener un papel más activo. Todo lo anterior desdice lo expresado por el diputado del partido oficial.

“No ha habido ninguna irregularidad. La democracia no es irregular, la democracia es clara y aquí quedó expresado la voluntad de millones de salvadoreños”. Con estas palabras se refirió el diputado de Nuevas Ideas, Christian Guevara, al proceso electoral de la Presidencia y la Asamblea Legislativa del pasado 4 de febrero.

Las declaraciones las dio a Telenoticias Megavisión el 19 de febrero, cuando reaccionó sobre la petición de partidos políticos opositores para la nulidad de los comicios, justamente por las irregularidades que se registraron durante el proceso y el escrutinio final. Esta es la primera vez que cuatro partidos solicitan que se anule un evento electoral.

Luego de conocer informes preliminares de observadores nacionales e internacionales, además de las denuncias públicas durante el escrutinio y las mismas observaciones en el repositorio de actas del escrutinio final del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se concluye que lo dicho por Guevara entra en la categoría de falso. 

Fallas desde temprano
Desde el inicio de la jornada electoral, diversos medios de comunicación denunciaron anomalías en la conformación de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), debido a que algunas personas convocadas y capacitadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) fueron enviadas de regreso a sus casas.

Fue hasta las 9:00 de la mañana, dos horas después del inicio de la jornada, que la magistrada presidenta del TSE, Dora Martínez, ordenó a las instancias electorales en los centros de votación que permitieran el ingreso y desarrollo de funciones de los ciudadanos seleccionados para integrar las JRV.

El informe del 5 de febrero de Observa El Salvador 2024, un consorcio de universidades y organizaciones, detalló que estas personas “fueron informadas de que la mesa se había completado”. Pese a solicitar una explicación oficial de lo ocurrido, el Tribunal sigue sin haber respuesta.

La situación más grave de la jornada se presentó con el escrutinio preliminar debido a fallas en el sistema de transmisión de datos. Además, los paquetes con el sistema informático no llevaban incluido el formulario que debía utilizarse como plan de contingencia, en caso de que hubiera necesidad de hacer el escrutinio a mano.

La falla en el sistema generó que los datos del escrutinio preliminar de la elección presidencial se duplicaran o triplicaran, y esto imposibilitó la continuidad del proceso. La Misión de Observación Electoral de la OEA destacó en su primer informe preliminar que los problemas que se presentaron “eran en su mayoría previsibles y que no existieron planes de contingencia para atenderlos oportunamente”.

Escrutinio final
Para Carlos Palomo, de la iniciativa VOTANTE, “se ha podido documentar el fracaso del escrutinio preliminar, la falta de condiciones para que los partidos políticos y Junta de Vigilancia Electoral ejercieran veeduría sobre las soluciones de voto electrónico, y eso solo por mencionar algunas”.

El TSE decidió realizar el escrutinio final “voto por voto” del total de las JRV para las elecciones legislativas y del 30% de la presidencial, que fue el porcentaje de actas que faltó ingresar a la plataforma. Sin embargo, finalmente sólo se contaron los votos válidos y, en la mayoría de los casos, no se les permitió realizar reclasificación de votos, es decir, que un voto tomado como válido podría en realidad ser nulo o viceversa.

“A pesar de que los miembros de mesa cuentan con un instructivo para llevar a cabo sus tareas, los procesos de revisión no se realizan de manera estandarizada”, destacó la OEA en su informe sobre el escrutinio final. Agregó que “no se ha respetado el número de vigilantes establecido por partido político y que el partido Nuevas Ideas cuenta con una cantidad de personas notoriamente superior que el resto”.

Durante esta jornada, que duró 12 días, se denunciaron diversas anomalías como papeletas que parecían no haber sido dobladas y otras marcadas con plumón en lugar del crayón que incluía el paquete electoral de las JRV. Desde la oposición también se alertó sobre la cadena de custodia de los paquetes debido a que en algunos casos llegaron abiertos o mal sellados a las mesas de escrutinio. En un caso en particular, unos estudiantes de San Marcos, municipio de San Salvador, hallaron papeletas electorales en una escuela.

Más allá de las denuncias públicas, en el repositorio de actas del escrutinio final para la Asamblea Legislativa, subidas al sitio que habilitó el TSE, se puede ver la evidencia de las anomalías registradas en algunas de las mesas.

Por ejemplo, en la JRV 6747 de Nueva Concepción, Chalatenango, el paquete llegó con 900 papeletas cuando ningún paquete debía exceder las 700. A la hora del escrutinio, según se lee en el acta, “faltó una papeleta a la hora del escrutinio dándose como extraviada”.

En la ciudad de San Salvador, en las observaciones del paquete de la JRV 1594 se registró que “se encontró una papeleta marcada con lapicero azul entre los votos válidos y de igual forma se tomó como válido”. Se justificó la decisión en que “no había una postura clara del TSE” sobre este tipo de marcas.

En cambio, en Santa Tecla, La Libertad, con una observación similar se optó de manera contraria. Así, en la mesa de la JRV 4603 quedó registrado que “tres papeletas venían marcadas con lapicero negro, por lo tanto se tomaron como nulos”.

Entre los comentarios más recurrentes que se pueden leer en las actas de escrutinio final están la ausencia de actas preliminares y que el padrón de firmas no coincide con el número de papeletas utilizadas. 

Críticas al TSE
Eugenio Chicas, especialista en temas electorales y expresidente del TSE, considera que las fallas en el proceso electoral y el escrutinio pueden ocurrir, pero destacó que hubo una serie de irregularidades que dejaron en evidencia que “el Tribunal Supremo Electoral perdió el control sobre el proceso”.

Durante la jornada de escrutinio se hizo público un audio de la presidenta del Tribunal en el que sospechaba que el problema de la transmisión de resultados en el conteo preliminar pudo haber sido provocado. También, mencionó que la mitad de los paquetes “sí llevaba papel de seguridad y la otra mitad no”, sin especificar a qué se refería.

El 11 de febrero, el medio digital El Faro difundió información sobre unas cartas enviadas por cuatro magistrados suplentes del Tribunal, René Molina Osorio, Carmen Veraliz Velásquez, María Blanca Paz Montalvo y Sonia Liévano de Lemus, entre las cuales dijeron que ya no estaban “en la posición de aceptar decisiones que no hayan sido emanadas de forma legal” y criticaron que las mismas eran tomadas de forma “unilateral”.

El magistrado propietario, Julio Olivo, se sumó a las críticas internas y el 13 de febrero publicó una carta en la que llamó al órgano colegiado a garantizar que se cumpliera con el número de vigilantes de partidos políticos permitidos por mesa y de prestar atención a “personas ajenas al escrutinio” que interferían en las mesas.

“Debe agendarse con seriedad en el seno del organismo colegiado las denuncias de manipulación de datos y cualquier interferencia o alteración realizada por el personal encargado de digitalización y dictado, vigilantes de partidos políticos u otros, deduciendo responsabilidades en los casos que sean comprobados e identificados tales hechos”, agregó.  

Una investigación de revista FOCOS también reveló que el responsable de la Unidad de Sistemas Informáticos del Tribunal es Ignacio Villagrán, un exempleado de Casa Presidencial. En esa área hay también otros extrabajadores de la Presidencia.  

Chicas considera que la pérdida de liderazgo del ente colegiado facilitó que el partido de Gobierno interfiriera en el escrutinio y que, incluso, se dificultara el trabajo de los mismos observadores internacionales.

El 17 de febrero, la OEA denunció que “uno de los representantes de Nuevas Ideas obstaculizó el trabajo de la misión durante la madrugada de hoy inhibiendo que una de nuestras observadoras presenciara el conteo en una de las mesas escrutadoras”.

Además, el trabajo de la prensa fue obstruido en reiteradas ocasiones por personal de la Fiscalía General de la República, del Tribunal y de correligionarios del partido oficialista.

Para el expresidente del TSE, la principal deficiencia fue no haber realizado el escrutinio voto por voto, lo cual generó tensión e incertidumbre debido a las irregularidades que se denunciaban cada día. 

“El fallo más grande fue que el Tribunal Supremo Electoral no constituyó la Junta de Escrutinio, conformada por tres o más personas, que fungen como jueces en el conteo de papeleta por papeleta”, dijo. “No se quiso complicar contando voto por voto y acabó complicándose más contando sólo los votos válidos”, agregó.

Palomo coincide con la crítica al ente colegiado y a la falta de transparencia. “Lo cierto es que aún está por verse si todas estas situaciones irregulares, sobre todo las vinculadas al escrutinio final, tienen suficiente peso legal para provocar que el TSE estime la petición de los partidos (de nulidad)”, afirmó.

Fuentes

– Christian Guevara, diputado de Nuevas Ideas.
– Carlos Palomo, de la iniciativa VOTANTE.
– Eugenio Chicas, expresidente del TSE y experto electoral.
– Informe preliminar del consorcio Observa El Salvador 2024.
– Informe preliminar de la Misión de Observación Electoral de la OEA y comunicado.
– Actas de mesas de escrutinio final legislativo en el repositorio de actas del TSE.

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