El Ministerio de Medio Ambiente calificaba el terreno de El Espino de “máxima protección” y prohibía construcciones en un decreto ejecutivo de enero de 2019. El bosque de café y árboles de sombra se asienta en una zona con alta capacidad de infiltrar el agua lluvia a los mantos acuíferos. Su estatus cambió años después y en documentos ministeriales de 2021 aparecía ya como área urbanizable. La decisión, según expertos, es contraria a las leyes ambientales y de agua, que priorizan la protección y recuperación de suelos. Desde la Escuela de Biología de la UES, docentes advierten del riesgo para especies de aves y mamíferos en peligro de extinción, y de una pérdida de agua dulce en el subsuelo.
La porción de la finca El Espino cedida por el Estado para la construcción del nuevo Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) cuenta con un ecosistema boscoso de café con alto grado de conservación y se ubica en una importante zona de recarga hídrica. Así lo registra el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) en el documento “Directrices para la zonificación ambiental y usos del suelo del municipio de Antiguo Cuscatlán”, publicado en junio de 2022 y modificado en agosto de 2024.
El tipo de suelo y la vegetación contribuyen a que el agua de lluvia se infiltre con facilidad y, por la gravedad, llegue a los mantos acuíferos, que son fuentes de agua potable. En el mapa de condicionantes hídricas del informe, la zona es de “recarga hídrica potencial alta a muy alta” y es la única comprendida al sur de la monseñor Romero y el bulevar Luis Poma. Más al sur, las otras dos se encuentran en las fincas La Esperanza y La Labranza, en la cordillera de El Bálsamo.
Los 56 diputados de Nuevas Ideas y partidos afines votaron el pasado 16 de julio la transferencia a CIFCO de un terreno de poco más de 55,711 metros cuadrados (unas ocho manzanas). La decisión es contraria al texto de las normativas que mandatan proteger y recuperar los suelos, según expertos consultados. La Ley de Medio Ambiente dice en el artículo 71 que el ministerio debe identificar las zonas de recarga acuífera y promover acciones para su recuperación y protección. El artículo 75 subraya que en áreas de recarga acuífera se priorizará “la protección de suelos, las fuentes y corrientes de agua, procurando que estas mantengan y aumenten sus caudales básicos”. También, la Ley General de Recursos Hídricos, en el artículo 121 (e), menciona la “recarga de aguas subterráneas” entre las actividades a promover e incentivar por la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA).
El terreno colinda al norte con la Secretaria de Integración Centroamericana (Sica) y el Ministerio de Relaciones Exteriores, y al sur con la quebrada Buenos Aires; al oriente limita con la Academia Internacional de Aplicación de la Ley (ILEA, por sus siglas en inglés) y al poniente con la sociedad de bienes raíces Inversiones San Agustín, dueña de un terreno ofrecido en subasta en 2012.
La Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS) también atribuye una importancia vital a la zona de acuerdo con la información en su geoportal. El mapa de aguas subterráneas indica que es parte de un área de “recarga media alta”, con un promedio de 481 mm a 640 mm al año. Incluye, además, el índice de protección de recurso hídrico, un indicador que ayuda a priorizar la gestión y conservación de estas fuentes de agua. La zona en cuestión está clasificada como de protección alta, el valor máximo de las cuatro categorías.
El hidrólogo Julio Quiñónez Basagoitia considera que la zona brinda una gran cantidad servicios hídricos ambientales, que contribuyen al amortiguamiento, a la recarga del acuífero de San Salvador y la reducción del riesgo hidrológico. Plantea que debería estar protegida y prohibirse cualquier tipo de construcción.

Prohibido construir
Tanto el Ministerio del Ambiente como la OPAMSS clasifican el terreno como urbanizable en los informes anteriores aunque no siempre fue así. En enero de 2019 entraron en vigor las “Directrices para la división del territorio en zonas ambientales y los usos del suelo para la región noroccidental”. El documento clasifica como de “máxima protección ambiental” el terreno donde se va a construir la nueva Feria de Convenciones. La protección, similar a la que tiene un área natural protegida (ANP), prohibía el uso del suelo para proyectos urbanísticos y/o construcciones. Ecoturismo y agroturismo eran las únicas actividades permitidas sin restricción alguna.
Toda esa información se incorporó al Visualizador Geográfico de Evaluación Ambiental (Vigea) del MARN, una herramienta de consulta de temas como los usos del suelo y zonas ambientales. Este medio conoció que estuvo accesible al público hasta comienzos de julio. Desde entonces, el acceso se limita a los funcionarios del ministerio.
Según Wayback Machine, una plataforma que archiva sitios web a lo largo del tiempo, el sitio mapas.marn.gob.sv, donde se aloja el visualizador, habría estado activo hasta, al menos, el 13 de mayo pasado, fecha en la que se realizó la última captura de su contenido.
Voz Pública tuvo acceso a imágenes del Vigea tomadas a finales del mes pasado y la porción de El Espino, coloreada en verde, aún mantenía la categoría que prohíbe construirse en ella. Contrasta con una similar presentada por la diputada de Nuevas Ideas, Ana Figueroa, en la sesión plenaria que se avaló la transferencia del terreno a CIFCO y en la que el terreno aparece en amarillo, el color que identifica las zonas edificadas o con aval para ello.


Medio Ambiente cambió la categoría y validó la construcción en los años siguientes y, probablemente, no lo actualizó el visualizador de cara al público. En informes del uso de suelos en Antiguo Cuscatlán de septiembre de 2021 y junio de 2022, ya aparece como apta para construir. Ambos, sin embargo, subrayan la importancia como zona de alta recarga hídrica.
Impacto en ecosistemas
Personal de Voz Pública accedió al terreno desde el lado norte, frente a las instalaciones del Sica. Una vez dentro, siguió una ruta en dirección sur hasta dar con la quebrada Buenos Aires. A la vuelta caminó más al oriente en zig zag para conocer la mayor área posible. La vegetación es densa en algunas partes al grado que se dificultaba caminar. La cobertura boscosa es considerable también, con árboles de superan el metro de diámetro y miden hasta 15 metros de altura. La imagen área que ofrece Google Earth, que es de febrero pasado, muestra una idea de la densidad del bosque a intervenir.
Un docente de la Escuela de Biología de la UES identificó especies de árboles como pito, guarumo, amate matapalos, jocote bobo, mango y chilamate, entre otras. “Veo que hay varios claros, con zacate y platanillo, y la densidad de árboles es por sectores. Sí es de reconocer que los diámetros de los árboles son grandes, con buen desarrollo de diámetro-altura”, afirmó el especialista luego de revisar videos del lugar.
En el terreno se observó una veintena de árboles marcados, algunos con un número y otros con un punto de color anaranjado, probablemente identificados para ser cortados, dijo el biólogo consultado. Una publicación de El Diario de Hoy destacó que hay unos 250 árboles señalados y que personal del MOPT y del gobierno de la República Popular China, país que financia la obra, estaban llegando al bosque desde mitad de junio para tareas de medición y otras.
Dos docentes más de la Escuela de Biología destacan el impacto al ecosistema que tendrá la construcción del CIFCO. Coinciden en que la zona debería estar protegida por su importancia hídrica y ambiental. “Los sistemas naturales no funcionan aislados, la finca El Espino es un todo. Si ese parque lo van a intervenir, habrá una repercusión (general), hasta para animales en peligro de extinción como la lora luca amarilla, algunas especies de cotorras o tepezcuintles, pues ellos tienen su hábitat ahí. A medida que se fragmentan los ecosistemas, las especies están más vulnerables a desaparecer”, explicó uno de ellos sobre el impacto en la fauna.
El otro docente recuerda que la vegetación del bosque facilita que el agua se filtre al subsuelo y no se vaya en escorrentía hacía ríos y quebradas. Da tres razones por las cuales no se debería construir en la zona. “Una es porque se va a perder recarga hídrica; otra, la actividad económica y social en el sitio supone un riesgo de contaminación de las aguas subterráneas y, por último, hay sitios alternativos que no van a alterar el medioambiente”, explica.

Ricardo Navarro, fundador del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (Cesta), aboga también porque se reconsidere otro lugar de menor impacto. “Al incrementar la tala, lo hacen las inundaciones y no deberíamos continuar agravando la vulnerabilidad del país (…) El Espino es de lo último que nos va quedando”, asevera el ambientalista, quien destaca que al urbanizar de forma desenfrenada es más fácil construir lo que está a la par y que así se vayan acumulando urbanizaciones.
CIFCO carece de un espacio propio para realizar convenciones y ferias desde 2020 cuando el gobierno decidió convertir las instalaciones de la ex Feria Internacional en el Hospital El Salvador. Desde entonces, usa un área de Ferrocarriles Nacionales de El Salvador (Fenadesal) para diversos eventos.
Las antiguas instalaciones datan de 1965 y tenían una superficie de 144,000 metros cuadrados, casi tres veces más que el terreno cedido en la finca El Espino.
La construcción del nuevo CIFCO está en manos del Gobierno de la República Popular China como parte del convenio de cooperación bilateral establecido con su par salvadoreño. Se levantará cerca de donde se construye actualmente el estado nacional, en los terrenos de la antigua Escuela Militar, obra ejecutada y financiada por el país asiático. La Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes), inaugurada en noviembre de 2023 por el presidente Nayib Bukele, también se hizo con apoyo chino.
Voz Pública llamó por teléfono al Ministerio de Medio Ambiente en dos ocasiones para conocer las razones por las que la zona en cuestión dejó de estar protegida y el impacto ambiental de la construcción de CIFCO. La primera vez, atendieron la llamada y la trasladaron al área asignada al Vigea, pero nadie contestó. La segunda vez ya no descolgaron el aparato. También se consultó al secretario de prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria, vía mensajería, pero no respondió el mensaje.
¿Por qué es importante una zona de alta recarga hídrica?
Abastece de agua. Son fuentes esenciales de agua para pozos y ríos.
Sostenibilidad de ecosistemas. Mantener el flujo de agua en el subsuelo, esencial.
Regula el ciclo del agua. Contribuye a recargar acuíferos y mantener el equilibrio hídrico.
En zonas con cobertura vegetal, esta ayuda a reducir la escorrentía y favorece la infiltración.