La red de usuarios que en Twitter ataca a la prensa, a defensores de derechos humanos, políticos y ciudadanía crítica es capaz de producir 30 mensajes por hora en una sola cuenta. Ampliada, es una telaraña que bombardea miles de mensajes y en cuyo centro radica la cuenta oficial del presidente Bukele, con nodos hacia la Fiscalía o la Policía. Sus amenazas han provocado la huída de periodistas y ciudadanos de a pie. Cuando no atacan, se dedican a alabar a su Nayib, aquel que alguna vez se autonombró “líder del Ejército de Troles”.
Anónimo es el más dedicado de todos los troles. El 12 de julio, por ejemplo, terminó su jornada en Twitter a las 1:10 a.m. Cuatro horas y media después, todavía de madrugada, continuó elogiando el régimen de excepción, la medida más popular y violatoria de derechos humanos del gobierno de Nayib Bukele, con la imagen heroica de un soldado que mira hacia el ocaso. “La implementación del #RegimendeExcepcion, debe continuar hasta que sea capturado el último pandillero terrorista”, tuiteó.
Anónimo es un trol con una gran convicción. Lo aseguran los datos que la herramienta de análisis de Twitter, Truth Nest, recoge sobre su perfil. Entre la telaraña de cuentas troles que conforman los ejércitos virtuales proBukele, destaca con un impresionante promedio de 700 mensajes al día, entre tuits y retuits; es decir, casi 30 por hora, mientras que sus colegas menos productivos comparten entre 100 y 200 en un día. En el podio de las cuentas que más alaban a Bukele, siempre está entre los primeros lugares, según los monitoreos de redes sociales realizados por la revista Disruptiva de la Universidad Francisco Gavidia. Es, de hecho, una “cuenta influyente” en medio de otras con muchos más seguidores, como la de la misma Secretaría de Prensa de la Presidencia, uno de los principales canales de propaganda oficial, con empleados pagados con fondos públicos al servicio de la imagen del presidente.
Quizá los troles de bukelismo se ven a sí mismos como ese soldado que mira al ocaso de la fotografía, pero en realidad son tan genéricos como ‘misteriosos’. Anónimo utiliza una imagen artística del personaje V de “Vendetta” con una pañoleta sobre el rostro para identificarse. Para su biografía eligió una frase que Google atribuye a Bill Cosby: “No todos los ojos cerrados duermen, ni todos los ojos abiertos ven” y una aclaración que solo un trol haría: “Parody Account”, quizá dirigida a los censores de Twitter, para que no los cancelen por las barbaridades o mentiras que pueden llegar a decir.
Y Twitter no lo ve, pero Anónimo puede llegar a ser peligroso. Además de elogiar al presidente, también sirve de gatillo suelto que dispara odio acérrimo a sus críticos, contra quienes lanza palabras envenenadas siempre que puede: “basuras, ratas, asesinos, pandilleros, corruptos, violadores, brujas”, les dice. Y él es solo uno en un puñado de cuentas interrelacionadas que se dedican a lo mismo, porque Anónimo no es un soldado solitario, es parte de un sistema que ataca a periodistas, persigue a activistas de derechos humanos y hostiga a opositores políticos. Por coincidencias de las redes, la telaraña se activa siempre que funcionarios de gobierno o influencers políticos afines al oficialismo atacan a sus detractores en sus propias redes sociales y discursos públicos. La joya de la corona es cuando la red cobra vida tras los mensajes de tuiteados por el propio Bukele.
Durante tres meses, Focos analizó la vida y obra de Anónimo y un universo de 106 cuentas con las que interactúa, utilizando herramientas de extracción y análisis de datos que perfilan sus actos y cómo atacan a sus blancos.
De estas, hay 26 que tienen un comportamiento de cuentas trol, haters sin identidad que también suelen identificarse como cuentas de parodia o humor; otras 17 son “influenciadores” con nombre y apellido que también replican el discurso de Bukele y las desinformaciones contra sus detractores, 17 son portales de ‘notas’ pro gobierno que también suelen retomar el ruido de las anteriores. En la red hay 2 comunicadores internacionales que promueven la figura de Bukele en el extranjero, 16 funcionarios públicos o miembros de Nuevas Ideas que en ocasiones retoman contenido de los troles, 14 son portales oficiales de Gobierno o del partido y 14 usuarios inclasificables, ya que interactúan con la red pero no aparentan ser cuentas falsas o troles.
Todas estas cuentas convergen en la cuenta de Nayib Bukele, el nodo más importante, el que recibe el mayor número de menciones y de retuits, y cuya figura es la razón de ser de muchos de los mensajes emitidos: toda la gloria para él, su partido Nuevas Ideas y sus valores; la saña, para sus críticos y detractores. El segundo nodo más importante es el de su soldado digital más dedicado: AnonimoSV503.
Atacar al mensajero
El 6 de abril de 2022, AnónimoSV503 y su red fueron pieza clave para que el periodista Bryan Avelar decidiera huir del país en menos de 72 horas. A las 10:54 de la mañana la cuenta trol publicó un tuit con un video antiguo del exdirector de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), Jaime Martínez. Era una entrevista publicada en 2017 por el periódico digital El Faro en la que Martínez afirma que hay un periodista de nombre “Bryan”, quien es hermano de un pandillero que está preso y que le brinda información desde adentro del penal. El periodista que entrevista le pregunta si se refiere a Bryan Avelar, de la revista Factum, pero el funcionario dice desconocer el nombre completo.
La información es una mentira vieja. En la entrevista transcrita por El Faro, el periódico aclara que las declaraciones de Martínez ocurrieron en el marco de una campaña de ataques virtuales por parte de cuentas de policías, contra periodistas de Factum y El Faro por la revelación de información sobre ejecuciones extrajudiciales. Ni Martínez ni la Policía volvieron a mencionar la supuesta investigación contra el periodista. Avelar, por su parte, ha aclarado que no tiene hermanos y mucho menos con vínculos a las pandillas.
La verdad poco importó en un contexto en el que el ataque no era imprevisto. El mismo día por la mañana, Avelar había publicado en su cuenta de Twitter una nota que escribió para The New York Times sobre la aprobación de una ley mordaza que castigaba la difusión de información proveniente de pandillas. La redacción de la ley era tan vaga, explicaba el texto, que muchos expertos advertían que podía usarse contra cualquier persona que hablara y escribiera sobre ellas.
Avelar ha hablado y escrito sobre pandillas, ha citado líderes pandilleros como fuentes de información en sus notas sobre las negociaciones que han mantenido con Bukele. “El comportamiento y las respuestas del presidente Nayib Bukele en sus redes sociales demuestran que, si bien la mayoría de publicaciones periodísticas en medios locales parecen no molestarle, las críticas en medios internacionales de prestigio sí le incomodan”, dice Avelar intentando encontrar una razón que explique los ataques en su contra.
Luego del primer tuit, los troles provocaron una avalancha de más de 2 mil tuits en su contra en un espacio de 24 horas. Le acusaban de defender pandilleros, de atacar al Gobierno en nombre de su hermano preso y compartían imágenes falsas donde aparecía con tatuajes alusivos a las maras en su cuerpo. Por la mañana, cuando los ataques comenzaban, él reporteaba una historia en la zona paracentral del país. En un pueblo donde jamás había estado, un lugareño reconoció su cara. Cuando Avelar le pidió ayuda para encontrar una dirección, el vecino le respondió, molesto, que no le ayudaría porque era un periodista de El Faro.
El Faro, el medio independiente con más trayectoria en el país, desde 2019 ha sido blanco recurrente del presidente y los troles. En abril pasado el medio anunció que movió su redacción a San José, Costa Rica, debido al acoso fiscal y el espionaje digital del gobierno.
Pero que un vecino de un pueblo remoto desconfíe de un periodista es lo menos grave que puede generar una avalancha de desinformación como las que difumina Anónimo. Dos años antes, las cámaras de la Secretaría de Prensa de la Presidencia habían tomado la costumbre de apuntar a los periodistas mientras estos hacían sus preguntas al presidente y este los evadía o burlándose de ellos, amenazándolos o acusándolos de ser pagados por poderes oscuros. Después, los youtubers pro gobierno se encargaban de hacer lo suyo: “Conozca el Rostro del Periodista de #FACTUM, Nayib Bukele Lo deja Callado”, “Así humilló el presidente Bukele al reportero de Revista Factum”, Presidente Nayib Bukele Le da por la Cara a Periodista de #FACTUM Y le Manda Mensaje a el #Faro” titulaban varios canales tras los encuentros que Avelar llegó a protagonizar con Bukele durante una temporada esporádica de conferencias en Casa Presidencial. Para el día de las votaciones en las elecciones de 2021, en las afueras de un centro de votación, simpatizantes del Gobierno reconocieron su rostro y, al reconocerlo, le ofrecieron estrellar su propio casco de motociclista en la cabeza.
Huir para contarla
Antes de que a Avelar lo acusaran de ser hermano de un pandillero en redes sociales, en la vía pública ya había sufrido una amenaza física por ejercer su oficio. Y aún así, aquella mañana en que llegaron a decir que él también era pandillero, Avelar pensaba que solo se trataba de un ataque más.
Pero Anónimo tenía una misión e iba a ocupar la creciente audiencia de 61,000 seguidores que tiene para cumplirla. El mensaje contra Avelar se difundió rápidamente en Twitter. Una reconstrucción del ataque evidencia que otras cuentas trol y portales de noticias replicaron el mensaje con rapidez.
Solo tres minutos después de Anónimo, la cuenta de Walter Araujo, ex presidente de Arena devenido en evangelista de Bukele y Nuevas Ideas, retuiteó a Anónimo con el texto: “Bueno allí tienen las razones del Bryan Avelar…”.
Araujo fue inhabilitado como candidato a la Asamblea por NI tras ser acusado por expresiones de violencia contra la mujer, luego de que arengó a hordas de troles para que atacaran con insultos misóginos a la excandidata a diputada de Nuestro Tiempo, Bertha María de León. De León, luego de los ataques, fue perseguida penalmente por la Fiscalía impuesta por el oficialismo y decidió huir. Ahora está asilada en México. En El Salvador, Araujo continúa compartiendo desinformación y odio. Focos intentó obtener una entrevista con el exfuncionario y expresidente de Arena. “Yo con ustedes no hablo”, dijo y colgó.
Cinco minutos después del Araujo, la cuenta trol Sara_AyalaSv subió nuevamente el video editado con el titular “Bryan Avelar tiene un hermano palabrero”.
A esa misma hora, Laurita Mendoza, otra cuenta trol, ahora suspendida, tuiteó el mismo video con el mensaje: “Maldito hijo de puta hermano de un palabrero Bryan Avelar, por eso es que sigue la línea de los pandilleros, él es el medio que ocupan, la voz de ellos, @RevistaFactum son una (emoji de caca) voceros de los pandilleros ustedes y el Faro”.
Doce minutos después, el portal digital Porttada retomó el video sin más contexto que el mensaje: #Seguridad | Jaime Martínez, director de la @ANSPSV, revela información de la @PNCSV donde un periodista de @RevistaFactum, identificado como «Bryan», posiblemente sea hermano de un pandillero que guarda prisión, que se presume es ahí donde obtiene información. El tuit omitió aclarar que Martínez ya no es director de la Academia y que el video es de 2017.
La avalancha prosiguió un golpe tras otro. Otras cuentas trol continuaron replicando el video y a las 12:02 el portal de noticias Última Hora ya había publicado una nota al respecto: “Exdirector de @ANSPSV confirma que hermano de periodista de Factum es palabrero y se encuentra en prisión”. La nota, en realidad, no confirma las declaraciones del exfuncionario; sólo transcribe lo dicho en el video.
A eso de las 2 de la tarde, a la hora del almuerzo, Avelar finalmente pudo comprender la gravedad del ataque que estaba sufriendo. Las fotos falsas de su cuerpo manchado con tatuajes de pandillas, las acusaciones de su presunta pertenencia a ellas, el supuesto hermano palabrero que le daba toda la información para sus notas. Los ataques usuales se convirtieron en graves amenazas en el contexto del régimen de excepción y de la aprobación de la Ley Mordaza que ordena hasta 15 años de prisión para periodistas procesados con esa normativa.
A las 2:30 p.m. Diario El Salvador, el medio oficialista creado por Bukele para competir discursivamente con la prensa independiente y responsable de diseminar desinformación pagada con fondos públicos, convirtió en ‘noticia’ una información falsa. “Bryan Avelar es un periodista de revista Factum que se ha dedicado a hacer «trabajos periodísticos» que cuestionan el trabajo del Gobierno de Nayib Bukele (…) Las acciones ejecutadas en los últimos días como operativos, capturas a pandilleros y el refuerzo de restricciones en centros penales, han sido cuestionadas por medios afines a la oposición. Incluso, hay periodistas que se trasladan diariamente a bartolinas a nivel nacional para retomar testimonios de madres de pandilleros”, decía la nota.
Contra Avelar se configuró una amenaza real iniciada por el trol Anónimo. El periodista pensó que en esos momentos continuar reporteando historias sería imposible. Estaba probado que su rostro era de conocimiento público y buena parte de su trabajo consistía en hablar con policías. ¿Qué pasaría si un agente lo reconociera de las fotografías en las que se le acusaba no sólo de tener un hermano pandillero, sino de ser parte de las estructuras criminales?
“Estos señalamientos podrían convertirse en argumento suficiente para que un agente de la Policía Nacional Civil pueda actuar y arrestarme bajo el argumento de tener una notitia criminis (revelación de la comisión de un hecho presuntamente delictivo)”, cuenta Avelar.
Esa noche, aconsejado por colegas y amigos, el periodista no durmió en su casa. Preparó su maleta y dejó a su mascota en una guardería. “Pagué tres días — resalta —porque estaba seguro de que regresaría”. Pero no lo hizo sino hasta meses después para vender sus cosas, despedirse de su perra Lolita y autoexiliarse permanentemente.
Avelar fue uno de los primeros periodistas salvadoreños que decidió huir del país debido a las amenazas que una telaraña de “haters” virtuales, entre los que no solo había troles, sino también políticos, influencers y blogs de noticias, diseminaron en su contra con una mentira.
Los troles como arma de persecución política
En los últimos años, organizaciones de sociedad civil nacionales e internacionales han alertado sobre el uso sistemático de las redes sociales para atacar a periodistas independientes, defensores de derechos humanos y opositores políticos en El Salvador. Este acoso se ha convertido en la norma y ha llevado a muchos de ellos a dejar el país o autocensurarse.
“Amnistía Internacional ha investigado y documentado ataques digitales en diferentes partes del mundo, los cuales forman parte de un contexto de hostigamiento que, en muchos casos, es el inicio de ataques violentos que pasan a la esfera de lo físico, y que muchas veces se convierten también en una fase que lleva la criminalización; es decir, al uso indebido del sistema de justicia”, explica Erika Guevara con respecto a las investigaciones conducidas por la organización que dirige en Venezuela, Argentina, Colombia y, más recientemente, en El Salvador.
Juan Martínez, antropólogo que ha estudiado el fenómeno de las pandillas, recuerda que el 11 de abril de 2022, unos días después del ataque contra Avelar, el presidente Bukele compartió un video de una entrevista en la que Martínez explicaba al medio RT que las pandillas habían llegado a tener un rol social en sus comunidades, y que acabar con ellas requeriría de estrategias integrales para suplir esas dinámicas.
El video fue originalmente publicado por AnonimoSV503 y, al igual que ocurrió con Avelar, posteriormente fue retomado por otros portavoces del Gobierno en Twitter. Bukele a la cabeza. “Esta basura, sobrino de un genocida, dice que: Las pandillas cumplen un rol social NECESARIO El Salvador’. Y que ‘si quitás a las pandillas, habría una crisis social’, ya que ellos ‘CUMPLEN UNA FUNCIÓN’. Estos son los REFERENTES de la ‘comunidad internacional’. Absurdo”, tuiteó Bukele.
Luego, el diputado William Soriano, el comunicador Natan Vaquiz y el portal El Blog replicaron el mensaje entre sus miles de seguidores. Dos horas después, el video se terminó de viralizar cuando lo publicó Bukele. Inmediatamente, alrededor de 4 mil tuits con insultos y amenazas golpearon el canal de notificaciones de Martínez.
“Desgraciadamente me estaba sucediendo a mí, pero como antropólogo me pareció muy interesante cómo reaccionaron a los minutos. No sé si coordinados o por una especie de coordinación simbólica; empiezan más de 15 diputados, también alcaldes y otros funcionarios, empiezan a amenazarme. A algunos se les iba más el tono como el director Osiris Luna, de Centros Penales, que empezó a incluso a etiquetar a la Fiscalía”, relata. Martínez, al igual que Avelar, tuvo que dejar el país inmediatamente.
La diputada Claudia Ortiz, uno de los rostros de la oposición más reconocidos en el país, es otro blanco favorito de los troles. Para su caso, el monitoreo de tuits reveló que las 10 principales cuentas de la red de Anónimo han emitido al menos 700 tuits en su contra. El número podría ser mucho mayor, pero no en todos los mensajes se cita su nombre o su usuario, por lo que es difícil rastrear el total de los ataques. A Ortiz la acusan de defender a las pandillas, al oponerse al régimen de excepción, aunque también hay ataques por su aspecto físico y también críticas por su trabajo previo en la organización Funde, que entre otros, se dedica a promover la transparencia y el combate anticorrupción.
“En Twitter existen estructuras de cuentas. Algunas pueden verse que son personas reales con mucha influencia y con cuentas con muchos seguidores. Y luego hay un montón de cuentas más, tal vez con un número de servidores mediano, pero que son anónimas, se esconden detrás de un de un anónimo, verdad. Y luego esas mueven el discurso más nefasto, más agresivo, más violento, más denigrante y más falso”, explicó.
En noviembre de 2022, Reuters publicó una investigación en la que afirma que el presidente Nayib Bukele construyó un aparato gigante de comunicaciones que tiene como motor a grupos de troles de internet pagados, cuyos ataques en línea ponen peligro a periodistas y opositores políticos. Esta es la forma en que su administración está manipulando las comunicaciones para reforzar su control sobre el poder, dice la agencia de noticias.
Reuters asegura que conversó con tres exmiembros de estas supuestas granjas de troles, cuyo estatus pudo verificar con los contratos de confidencialidad que firmaron tras salir de ese trabajo. El pago era de US$600 y muchas veces se llevaba a cabo desde oficinas de Gobierno. Además, señala que tuvo acceso a un informe del Departamento de Estado de EE.UU. en el cual se establece que el gobierno de Bukele utiliza influenciadores pagados y «probables granjas de bots» para tuitear mensajes a favor del gobierno «decenas de miles de veces» sobre un tema determinado mientras enmascara su origen para «crear la apariencia de un auténtico apoyo de base».
En El Salvador, el hostigamiento virtual es un elemento que se suma al contexto de ataques contra la prensa por parte del Gobierno, señalado además de operaciones de espionaje digital y físico. De acuerdo con la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), hasta 2022 al menos 10 periodistas habían dejado el país por temor a represalias por su trabajo.
Pero los ataques comenzaron mucho antes. Desde la llegada de Bukele al poder. En agosto de 2020, la Asamblea Legislativa todavía manejada por los partidos de oposición FMLN y ARENA, organizó una comisión especial para investigar los ataques contra la prensa. Por ahí desfilaron periodistas y directores de medios describiendo lo que en ese momento eran apenas las primeras señales graves de lo que se vendría: acoso digital, el cierre de espacios en conferencias de prensa, amenazas por parte del mismo presidente con respecto a futuras auditorías fiscales contra los medios, etc. En su informe, la Comisión concluyó que el propio presidente Bukele, su secretario de Prensa, Ernesto Sanabria, y el presidente de CEPA, Federico Anliker, eran los principales responsables a las violaciones a la libertad de prensa y expresión, utilizando sus cargos para denigrar el trabajo de los periodistas.
Casi tres años después, con el control de Bukele sobre la Asamblea Legislativa, el Órgano Judicial y la Fiscalía, los ataques de los troles enfilan también contra la ciudadanía. Las garantías de respeto a la libertad de expresión pueden desaparecer para la población en general si la estructura de ataques digitales se activa.
En julio de 2022, Josselyn, una joven de 24 años, quien lideró las primeras marchas y eventos en los que se exigió la libertad para los inocentes capturados arbitrariamente en el régimen de excepción (una política que ya lleva 15 meses y suprime derechos constitucionales como el derecho a la legítima defensa) fue el blanco de difamaciones y amenazas de muerte desde cuentas en redes sociales presuntamente administradas por policías. Josselyn marchaba en nombre de su hermano Gerson de Jesús Palacios, detenido en abril de ese año, en las primeras redadas masivas de la “guerra contra las pandillas” de Bukele. Antes de que ella decidiera huir, miles de tuits la acusaron de ser pandillera. Focos logró contactar a Josselyn, que ahora vive en el exilio, para entrevistarla con respecto a su experiencia, pero declinó por motivos de seguridad. Su hermano continúa en prisión.
“Enfrentar eso en el día a día es tener que vivir con ojos en la espalda. He regresado a El Salvador en algunas ocasiones, pero siempre tengo que cuidarme de quiénes están a mi alrededor. Estar alerta y tener un plan a la mano para cualquier emergencia. Al entrar, todo el tiempo estoy comunicándome con alguien para registrar que todo vaya bien. Esas son cosas que uno normalmente no hace, que no te dejan vivir en paz”, explica Avelar.
Nota de la Redacción: Se intentó obtener respuestas de Anónimo, pero en la bandeja de mensajes en Twitter no logramos siquiera confirmación de que nos haya leído. Por transparencia, dejamos acá también las preguntas.
¿Trabaja para el Gobierno?, ¿parte de su trabajo es atacar a personas que sean consideradas oposición?, ¿hay una sola persona a cargo de su cuenta o son varias?, ¿está organizado junto a otros troles para realizar operaciones de influencia en favor de Nayib Bukele?, ¿su fanatismo por el presidente es real o es solo una forma de ganarse la vida?… ¿Anónimo, estás ahí?