Este mes de octubre venció el plazo de un año establecido en el contrato para la reubicación del Laboratorio Nacional de Salud, adosado al hospital Rosales, a las instalaciones del Instituto Nacional de Salud. El Ministerio de Salud contrató a CAABSA S.A de C.V. por $11.5 millones, una empresa mexicana cuestionada por la Corte de Cuentas en su trabajo anterior, la ampliación de la terminal del aeropuerto internacional de El Salvador.
El Laboratorio Nacional de Salud, también conocido como Laboratorio Central “Dr. Max Bloch”, funciona con normalidad en las instalaciones adjuntas al hospital Rosales sobre la alameda Roosevelt. Los vehículos de los empleados se amontonan en el parqueo improvisado a la entrada del edificio. Precisamente, esa “normalidad” es la prueba más evidente de que el contrato firmado entre el Ministerio de Salud y la empresa CAABSA S.A. de C.V. para la reubicación del laboratorio más importante del país no muestra avances significativos. El vigilante de turno también lo confirmó el jueves 13 de octubre. “Aquí no están trasladando nada. Los únicos que llegan de vez en cuando son los del mantenimiento del aire acondicionado”, dijo el uniformado.
La empresa mexicana es la única compañía que participó en la licitación pública por un monto de $11.5 millones, incluyendo los $350,000 de la empresa supervisora Consulta S.A. de C.V. En concreto, el proyecto consiste en acondicionar dos edificios del Instituto Nacional de Salud, ubicado atrás del estadio Cuscatlán, para reubicar el laboratorio, el centro de referencia en el país en vigilancia de las áreas de salud, medioambiente y alimentos, y toxicología.
De acuerdo con el contrato, los trabajos iniciaron el 14 de octubre de 2021 y el periodo de ejecución estimado era de un año. Cumplido ese tiempo, el laboratorio sigue en el mismo lugar y el plan está lejos de cumplirse.
El Programa Anual de Inversión Pública (PAIP), disponible en el Ministerio de Hacienda, indica que no se había ejecutado nada de los $4.5 millones programados al mes de agosto. Siempre en la web de Hacienda, en la sección Datos abiertos, en una publicación más reciente, al mes de septiembre, la ejecución se mantiene en cero.
Voz Pública contactó a las empresas constructora y supervisora por teléfono. Ambas confirmaron que están trabajando, pero sin dar detalles a pesar de que se les insistió en varias ocasiones. También se hizo lo propio con el Ministerio de Salud a través de una solicitud de información. A la fecha no se ha recibido respuesta.
Modernización del Rosales
El traslado del laboratorio de esas instalaciones forma parte del plan de modernización del nuevo hospital Rosales. Los tres proyectos sobre los que se asienta son la demolición del edificio para construir una torre médica de hospitalización, la construcción de una nueva consulta externa en el predio del exhospital de Maternidad y, por último, el traslado del área de la emergencia al edificio de Especialidades. A mediados de 2021, el Ministerio de Salud mantenía ese plan, según confirmó a Voz Pública.
Otra razón no menos importante es que esa estructura de varias plantas donde opera el laboratorio central representa un riesgo, de acuerdo con un informe de 2017 de ese ministerio. “No cuenta con un diseño sismorresistente y su ubicación dentro de un enjambre de fallas sísmicas activas lo convierten en un riesgo, ya que podría colapsar si ocurre terremoto de magnitudes de moderadas a altas”, indica el estudio.
Voz Pública visitó el Instituto Nacional de Salud ubicado en la urbanización Lomas de Altamira, en San Salvador. A un costado de la puerta principal, un grupo de obreros realizaba trabajos de albañilería en uno de los edificios que presumiblemente albergará el laboratorio. El responsable de la entrada confirmó el atraso que existe y que tienen hasta marzo de 2023, seis meses más de lo previsto, para concluir las obras. Al cuestionarle las razones por las que no han concluido, solo mencionó los inconvenientes derivados de las lluvias.
Fondos alemanes
El proyecto es financiado con fondos de un contrato de canje de deuda entre el Gobierno de El Salvador y el Banco de Desarrollo Alemán (kfW). Alemania perdona el pago de cuotas de capital e intereses adeudados en préstamos incluidos en el canje para el periodo 2019 a 2021. En Hacienda, el proyecto está catalogado como una donación y la línea de recursos es el Fondo mundial de lucha contra el SIDA, TB y Malaria.
Al ser recursos donados por Alemania, Voz Pública contactó al personal de la embajada de ese país para saber si estaban al corriente del avance del proyecto de salud, pero no respondieron los mensajes de correo electrónico.
Un año antes de firmar el contrato con el Ministerio de Salud, la firma mexicana había concluido la ampliación de la terminal de pasajeros del Aeropuerto Internacional de El Salvador. Esta obra se vio envuelta en serios cuestionamientos de atrasos, pagos indebidos, tal y como refleja un informe de la Corte de Cuentas. Además, un sindicato mantiene una demanda en un juzgado contra ella por vulneración de los derechos de los trabajadores durante la construcción en el aeropuerto.