Para el exministro de Hacienda, cualquier salida a la crisis fiscal que arrastra El Salvador pasa por un acuerdo con el FMI, que permita el acceso a fuentes de financiamiento y poner en orden las finanzas. Después de un año y meses de negociaciones, todo sigue en el aire.
La frase que encabeza esta información dice bastante del estado de las finanzas en el país. Lo hace sin mencionarlas, sin dar un dato. Que Nelson Fuentes, exministro de Hacienda hasta julio de 2020, haya delimitado el tiempo para no caer en un impago a los últimos meses de 2021 es revelador. “No creo que El Salvador caiga en impago este año. Habrá que ver cómo se maneja 2022, que es otro tema”, expresa. El exfuncionario plantea que la situación fiscal del país se mantiene en la cuerda floja y que riesgo de que no tenga los fondos para honrar la deuda está a la vuelta la esquina.
A las ya deterioradas finanzas públicas y la crisis política existente se suma la deriva autoritaria emprendida por el presidente Nayib Bukele y el consiguiente debilitamiento del Estado de derecho. Todo eso, en especial lo último, hace que a El Salvador se le cierren cada vez más las puertas de acceso a financiamiento, en especial, la más importante, la del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Estamos en un escenario complicado y las fuentes de financiamiento son siempre escasas”, resume Fuentes, quien considera que cualquier camino para salir del hoyo fiscal pasa por un acuerdo con el FMI. “Las fuentes de financiamiento requieren el acuerdo con el Fondo. No veo muchas salidas”, acota en la entrevista a Voz Pública, una de las pocas que ha dado desde que renunció al cargo de ministro de Hacienda.
El acuerdo con el FMI pondría sobre la mesa 1,300 millones de dólares y la posibilidad de acceder a nuevos préstamos con otros organismos internacionales. Sin embargo, después de un año y meses de negociaciones sigue sin firmarse.
En julio pasado, el último comunicado de prensa de la Presidencia de la República relacionado con el tema se titulaba así: “El Gobierno del Presidente Bukele proyecta cerrar el importante acuerdo con el FMI antes de septiembre”.
Fuentes pone el ejemplo de Costa Rica, un país que rubricó un acuerdo similar con el Fondo en enero pasado luego de tres o cuatro meses de diálogo.
Dejar de pagar la deuda externa no es una opción para Fuentes. “No podríamos sobrevivir si cayéramos en un impago”, advierte el exfuncionario para quien ese acuerdo con el FMI es un primer paso para que El Salvador retome el camino hacia la sostenibilidad fiscal.
Deuda crónica
El Salvador necesita endeudarse cada año para cuadrar sus cuentas. Así es y así ha sido históricamente. Los gastos superan a los ingresos cada año y, por lo tanto, para equilibrar la balanza hace falta pedir prestado. Con la pandemia, esa brecha entre ingresos y egresos se amplió en todos los países y, en El Salvador, aún más.
Hace unos meses, Alicia Barcenas, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), habló de un endeudamiento promedio en la región entre 10 y 11 puntos porcentuales en 2020 para atender las necesidades de la pandemia. En El Salvador, uno de los paises más endeudados del istmo antes de la crisis sanitaria, esa deuda subió entre 17 y 18 puntos porcentuales en 2020.
Si 2020 cerró con un déficit fiscal entre l0 y 11%, este año, prevé Fuentes, lo hará con un poco más del 6%, en parte, gracias al aumento de los ingresos tributarios este año.
En la parte final de la entrevista explica, sin dar detalles, el porqué de su renuncia. Aduce, en pocas palabras, presiones internas. (Ver video)
Fuentes fue el único miembro del gabinete del expresidente Sánchez Cerén que continuó en la gestión de Nayib Bukele hasta que renunció el 28 de julio de 2020. Antes de ser ministro de Hacienda en ambas administraciones había sido asesor y director de política económica y fiscal. En total, 10 años y tres administraciones en puestos clave del Ministerio de Hacienda.