Los puentes están en los distritos de Carolina y San Antonio del municipio San Miguel Norte, donde el 36% de las familias vive en pobreza multidimensional. Una de cada diez no tiene acceso a electricidad y dos de diez tampoco recibe agua por cañería. La institución gastó más en luces para los puentes que en obras sociales a las comunidades afectadas por la presa El Chaparral en los años 2023 y 2024. Tampoco parece ser una prioridad para el Ministerio de Educación aunque el norte migueleño arrastra junto con Ahuachapán Sur algunos de los peores indicadores educativos del país. De las 163 escuelas existentes, tres han sido rehabilitadas desde final de 2022 en una zona donde la escolaridad promedio es de 5.1 años.
“El puente tiene iluminación arquitectónica, ya van a ver de noche (…) yo sé que la oposición detesta las luces led. Cada vez que le ponemos luz a algo, critican: ¡ah, las luces led!”. El presidente de la república, Nayib Bukele, pronunció estas palabras en la inauguración de los puentes de Carolina y San Antonio del Mosco, dos distritos vecinos al norte del departamento de San Miguel, el pasado 11 de agosto.

A las luces led que alude se asignó un monto de $2,538,623, de acuerdo con la información disponible en la memoria de labores de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) del periodo de junio 2024 a mayo 2025. La descripción indica que se trata de iluminación funcional y arquitectónica en los dos puentes atirantados, llamado así porque se sostiene por cables de acero (tirantes) que van desde la torre hasta la carretera.
El proyecto resultó más oneroso que iluminar los 5.5 kilómetros de la calle Camino a Surf City en La Libertad que se hizo a un costo de $1.6 millones. La iluminación e instalación del sistema de videovigilancia de la vía que comunica San Salvador con el aeropuerto Monseñor Romero, concluido en mayo de 2019, tuvo una inversión similar, algo más de $2.5 millones, según un comunicado del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Los puentes sobre el río Torola forman parte del proyecto de la Central Hidroeléctrica El Chaparral, rebautizada 3 de Febrero, como una solución para las comunidades afectadas por el embalse. Oficialmente, el costo de las dos estructuras de 157 y 180 metros de longitud fue de $24 millones y su construcción, prevista para un año, tardó tres años y ocho meses.
Una fuente conocedora del proyecto y cercana a la CEL asegura que la contratación de la iluminación se hizo separada del proceso de construcción. “Jamás se consideró un 10% del presupuesto en iluminación. Es demasiado para un puente”, apuntó.
Para un arquitecto consultado y que pidió no ser identificado, la iluminación arquitectónica es justificable en puentes en entornos urbanos, que son parte de proyectos de mejoramiento y revitalización de espacios. “La iluminación arquitectónica en un puente de carretera me parece un gasto innecesario”, afirmó el especialista.
A diferencia de la iluminación funcional, que busca la seguridad de vehículos y personas en puentes y carreteras, el objetivo de la arquitectónica es resaltar la funcionalidad y la estética de la estructura.
Sombras en obras sociales
La inversión en proyectos sociales a cargo de la CEL en las zonas afectadas por el embalse de la 3 Febrero no alcanza el costo previsto para las luces led. Las tres partidas -construcción de lugares de recreación, programas educacionales y programas de desarrollo social diversos- suman $2,239,541 invertidos en los años 2023 y 2024, según se lee en un documento en su web.
Para resarcir a las comunidades por el impacto de la presa, la autónoma se comprometió a realizar 19 obras sociales con un presupuesto de $13 millones en los dos distritos y en San Luis de la Reina a mitad de 2022. El proyecto incluía casas y clínicas comunales, espacios recreativos, canchas, aulas, adecuaciones en escuelas y más. El contrato con la empresa contratada tenía un plazo de siete meses. Las obras comenzaron y no se terminaron hace dos años y medio. Voz Pública solicitó una reacción a al director del distrito de Carolina, vía mensajería, pero no recibió respuesta.
Iluminar la pobreza
Con un 36.2% de los hogares en pobreza multidimensional, la zona norte de San Miguel, integrada por ocho distritos, es uno de los territorios más atrasados del país. La inversión en luces led contrasta con la falta de servicios básicos. El 11% de los hogares carece de electricidad en su vivienda aunque el promedio nacional es el 14%. Otro 21.3% no cuenta con servicio de agua por cañería, un 35.3% no dispone de acceso a un espacio público y el 59.5%, casi dos de cada tres, está sin servicio de recolección de basura público.
Los datos están el documento “Mapa socioeconómico. Guía para los 44 municipios de El Salvador”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de 2024, y toma como base la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM) de 2023, la más reciente.
La Prensa Gráfica publicó unas declaraciones de Ever García, director del distrito de San Antonio, recientemente. Afirma que se recauda entre $800 y $1200 al mes con una población cercana a las 6,000 personas. El monto no alcanza para cubrir siquiera los salarios de los 18 empleados ni los gastos en general cada mes, que estima en unos $12,000. Se compensa con el aporte de la alcaldía. Entre las necesidades que enumera están el mal estado de las calles y la falta de un mercado.
Las variables de educación que miden la pobreza multidimensional ubican al norte de San Miguel y a Ahuachapán Sur como las áreas más rezagadas del país. La escolaridad promedio es de 5.1 años (media nacional es 7.3 años) y dos de cada tres niños y jóvenes hasta 17 años asisten a clases (64.1%). Uno de cada cinco (19.9%) es analfabeto en la población de 10 años y más, cifra que en las mujeres sube al 22.8%.

Aún con esta realidad, la intervención de escuelas no es prioridad para el Ministerio de Educación. De las 163 que hay en San Miguel Norte, según datos oficiales, se han realizado obras en tres desde finales de 2022: los centros educativos Caserío El Talpetate en Chapeltique, Caserío Hacienda Las Pampas en Nuevo Edén de San Juan y San Gerardo, en el distrito homónimo. La intervención de la primera terminó el año pasado aunque aparece en el sitio Dos escuelas por día, destinado a centros en reconstrucción. Las otras dos están en proceso. Los tres distritos más al norte, afectados por la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero y donde están los puentes, cuentan con 43 escuelas y ninguna ha sido atendida desde finales de 2022.
Para llegar a esta conclusión se toma como referencia un trabajo de Voz Pública publicado en diciembre pasado donde se revisaron todos los mensajes de escuelas terminadas o en construcción en las redes sociales de las instituciones involucradas. Como resultado, 49 centros se habían concluido y 89 más estaban en proceso entre septiembre de 2022, cuando el presidente Nayib Bukele anunció la remodelación de todas las escuelas en cinco años, y diciembre de 2024. También se revisaron las 190 escuelas publicadas en el sitio Dos escuelas por día hasta el domingo, 24 de agosto.
En la inauguración de los puentes, el presidente mencionó que estas obras son como la punta de lanza para el desarrollo de la zona. Una economista que prefiere omitir su nombre tiene sus dudas y no cree que exista un plan para reactivar la zona oriental del país como tampoco los hay para otros sectores. “En materia económica no hay ningún plan de nada, para el agro, industria, pesca, tampoco para (desarrollar) zonas geográficas, al menos un documento público con plazos”, apuntó.
Se contactó al jefe de la Unidad de Comunicaciones, Armando Godoy, para buscar una reacción al gasto en cuestión. Al mensaje respondió que ese dato no estaba en la memoria de labores, como se le había dicho previamente. Cuando se le compartió una imagen de la misma con el detalle, ya no respondió el mensaje. Voz Pública también buscó sin éxito una opinión del alcalde de San Miguel Norte, Carlos Méndez, a través de Facebook.