El presidente Nayib Bukele informó en X el 16 de marzo que trasladó al megapenal de Tecoluca a 238 miembros de la organización criminal Tren de Aragua deportados de los Estados Unidos. Al día siguiente, la secretaria de Prensa de ese país aclaró que 101 venezolanos estaban en una situación migratoria irregular y, por tanto, sin relación con esa pandilla trasnacional. Dos testimonios de familiares refuerzan que dejaron su país en busca de una vida mejor. Voz Pública verificó la información publicada por el mandatario, la contrastó con la de funcionarios estadounidenses y encontró que era falsa.
No todos los extranjeros deportados desde Estados Unidos y encarcelados en el Centro de Confinamiento contra el Terrorismo (Cecot) de El Salvador son miembros de la organización criminal venezolana Tren de Aragua, como afirmó el presidente de la república, Nayib Bukele, en X la mañana del 16 de marzo. “Hoy llegaron a nuestro país los primeros 238 miembros de la organización criminal venezolana Tren de Aragua. Fueron trasladados de inmediato al CECOT, el Centro de Reclusión para Terroristas, por un período de un año (renovable)”, informa en la primera parte del mensaje.
Al verificar esa información, se comprobó que la secretaria de Prensa del gobierno de Trump informó un día después que a 101 venezolanos, casi la mitad de ellos, los habían deportado por estar en situación migratoria irregular. Voz Pública entrevistó a un padre cuyo hijo sospecha que fue internado en el Cecot, el megapenal construido en el distrito vicentino de Tecoluca. Además, retomó la historia de una familia que reconoció a otro joven internado, publicada por el Miami Herald.
¿Por qué llegaron al Cecot?
El 3 de febrero pasado, Bukele hizo público el ofrecimiento del Cecot durante una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien visitó el país en su primera gira internacional, tras el inicio del segundo periodo presidencial de Donald Trump. “Hemos ofrecido a los Estados Unidos de América la oportunidad de externalizar parte de su sistema penitenciario. Estamos dispuestos a acoger únicamente a criminales convictos (incluidos ciudadanos estadounidenses convictos) en nuestra mega prisión (CECOT) a cambio de una tarifa”, aseguró Bukele en sus redes sociales.
Rubio confirmó la propuesta de Bukele para tres tipos de deportados: salvadoreños en condición ilegal en el país norteamericano; cualquier extranjero ilegal que haya delinquido, incluidos pandilleros de la MS-13 o del Tren de Aragua; y ciudadanos o residentes estadounidenses ya encarcelados. Estos dos últimos grupos para ser internados en el Cecot.
Del acuerdo en cuestión no se conoce una publicación oficial de alguno de los dos países.


Los primeros deportados
Un total de 261 deportados fueron enviados por el gobierno estadounidense a El Salvador la noche del 15 de marzo. Rubio y la propia Embajada de Estados Unidos en El Salvador publicaron la madrugada del 16 de marzo en X que en los dos aviones llegaron 23 pandilleros salvadoreños de la MS-13, entre ellos dos cabecillas, y “más de 250 extranjeros enemigos miembros del Tren de Aragua, a quienes El Salvador se comprometió a mantener en sus excelentes cárceles a un precio justo”.
Catorce minutos después, a las 6:13 a.m., el presidente salvadoreño colocó en la misma red social el mensaje que abre esta publicación, donde asegura que “llegaron los primeros 238 miembros de la organización criminal venezolana Tren de Aragua”.
Las imágenes y videos del traslado de los deportados comenzaron a recorrer el internet. En las horas siguientes, familiares afirmaban haber identificado a algunos reclusos venezolanos, asegurando que no eran miembros de la organización criminal. Voz Pública ha identificado 11 casos hasta la hora de la publicación de esta nota.
¿Quiénes fueron deportados?
Contrario a lo dicho por el presidente Bukele, dos altos funcionarios estadounidenses aclararon que entre los deportados y encarcelados en la megacárcel no solo había pandilleros.
El 17 de marzo, el propio Rubio fue cuestionado en una teleconferencia en Fox News Radio sobre la falta de evidencias de que todos los deportados sean de esa organización criminal y de que no haya un debido proceso para apelar. “Cada persona en ese avión estaba ilegalmente en el país, de alguna u otra manera, en términos de venezolanos y del tren de Aragua”, respondió el secretario de Estado.
“Supongamos, solo supongamos, que uno de ellos no es, y no estoy diciendo que es el caso (…) entonces simplemente están de forma ilegal en EE. UU. y El Salvador puede deportarlos a Venezuela. Pero no debían estar en nuestro país para empezar. Estaban ilegales”, agregó.
Ese mismo día, la secretaria de Prensa, Karoline Leavitt, precisó en una conferencia que de los 261 deportados, 137 eran miembros del Tren de Aragua, expulsados a través de la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros que firmó el presidente Trump el 14 de marzo. A otros 101 venezolanos se les aplicó el título 8 del Código de Estados Unidos, la normativa que regula la inmigración en ese país y que se aplica para las deportaciones regulares. Los 23 restantes eran pandilleros de la MS-13.
A pesar de la publicación, el presidente Bukele no ha aclarado su mensaje donde mencionaba que todos los deportados eran criminales. Esas 101 personas enviadas a El Salvador por estar en una situación migratoria irregular “sin papeles” permanecen recluidos en un penal con reos de alta peligrosidad.
Uno de los periodistas preguntó cómo determinaron quienes serían los deportados, a lo que Leavitt contestó que se basaron en la información de patrullas fronterizas, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Seguridad Nacional.
El medio de comunicación Insight Crime define al Tren de Aragua como la estructura criminal más poderosa de Venezuela y el único grupo local que logró establecerse en otros países como Colombia, Chile y Perú. Debe su nombre a que surgió en la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua.
Familias angustiadas
Neri José Alvarado Borges, un venezolano de 24 años, iba a ser deportado a su país el 14 de marzo, dijo a su familia ese mismo día, según confirmó su padre, Nery Alvarado, a Voz Pública. Fue detenido el 3 de febrero por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos cuando regresaba de su trabajo. Era panadero.
En una llamada la noche de ese sábado, Neri les informó que el vuelo se había retrasado por las condiciones climáticas. “Nos vemos mañana”, fue lo último que escucharon del joven. Un día después se conoció del traslado de venezolanos al Cecot, donde la familia teme que se encuentre.
Alvarado Borges era agricultor y profesor de natación para personas con discapacidad en Sabanita de Yaritagua, municipio Peña, Venezuela. Debido a la situación económica, decidió migrar en octubre de 2023, pasando unos meses en México intentando ingresar de forma legal a Estados Unidos. Decidió cruzar la frontera por la tardanza del proceso.
Mervin José Yamarte Fernández, de 29 años, aparece como uno de los encarcelados en el Cecot en uno de los audiovisuales que publicó la Secretaría de Prensa de la Presidencia. Familiares lo identificaron en las redes sociales. El testimonio de su hermana se narra en una nota del Miami Herald.
Yamarte, uno de siete hermanos de una familia cristiana, originario de Zulia, Maracaibo, llegó a la frontera de Estados Unidos en septiembre del 2023 en busca del “sueño americano”. Buscaba enviar dinero a su pareja para arreglar su vivienda y ayudar a su familia. Tras la llegada de Trump, decidió autodeportarse y fue detenido por el ICE.